Y en bicicleta... siempre en bicicleta, después de unos diez kilómetros desde Bayon por un camino que aunque asfaltado se muestra tímido en un paisaje como áquel... llegamos a Ta Prohm. El lugar donde no sabes si la piedra alimenta a los árboles o si los árboles sustentan la piedra... Este es el sitio donde toca estremecerse, donde sientes que no eres nada, que los árboles están vivos... incluso más vivos que tu.
Dos fotos... una para que veáis uno de los cuatro accesos (uno por cada punto cardinal...) no al Ta Prohm, si no accesos a Bayon..., donde aparece Silvia, de blanco, en la bici... y el otro para que veáis la batalla que allí se libra entre lo que el hombre construye... y entre lo que los dioses crean... que digo yo, si no es lo mismo... (ya que se supone, en el hinduismo, como en toda religión, que Dios creó al hombre... también...)
Dos fotos... una para que veáis uno de los cuatro accesos (uno por cada punto cardinal...) no al Ta Prohm, si no accesos a Bayon..., donde aparece Silvia, de blanco, en la bici... y el otro para que veáis la batalla que allí se libra entre lo que el hombre construye... y entre lo que los dioses crean... que digo yo, si no es lo mismo... (ya que se supone, en el hinduismo, como en toda religión, que Dios creó al hombre... también...)
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1 comentario:
no es lo mismo,pero es igual
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