sábado, octubre 13, 2007

MONTAÑAS (y II)


En las Montañas se me hizo inevitable pensar en la maternidad... No en la mía, que vivo tan lejana, si no en el concepto, tan imprescindible para la supervivencia, que es la maternidad...

Thùy (agua, en vietnamita...) fue una de las personas de las que pude aprender algo acerca de la maternidad en Vietnam, algo que nos pilla muy lejano, pero que sin duda nos da que pensar...


Vivimos en un país donde los niños están hiperprotegidos, me pregunto en ocasiones si no es demasiado... De hecho, creo que se nos está yendo de las manos... Igual que sabemos que bañar a un niño todos los días con geles especiales que protejan su ph es peligroso (elimina toda su capacidad de defensa....) deberíamos recordar que esa sobreprotección (no juegues a... no juegues con... )es patológica y solo produce, a medio plazo, trastornos de la personalidad...

No sé... si tu que lees esto tienes más de veinticinco, recuerda que aprendiste a patinar sin casco, ni rodilleras, ni coderas, ni muñequeras... que en los campamentos dormías chicos con chicas, que te caías y a no ser que te hubieras clavado un clavo (ahí si te pinchaban...) lo único que curaba eran los polvos azol... tu que no tenías móvil, que viajabas en el asiento trasero de un coche sin aire acondicionado, sin dvd en el asiento trasero, sin cinturón de seguridad en la parte de atrás.. etc etc.... y estás más sano que pa´qué...

Todo esto en Sapa me hizo pensar... niños que van descalzos, bien solos desde muy pequeños... que en vez de con perros juegan con búfalos, que se bañan cuando toca... y ante todo, niños autónomos..y alegres...

No quisiera que pareciera que el modelo vietnamita de maternidad es el ideal, cosa que tampoco creo... tan solo reflexionar si no nos hemos vuelto un poco paranoicos con esto de la educación...

Thúy, en la foto, estaba embarazada de su tercer hijo... Los dos anteriores, de 3 y 5 años, andaban solos por los campos, jugando con el arroz... El tercer embarazo no le suponía ningún inconveniente... (esa es otra, aquí se está empezando a vivir los embarazos como una enfermedad, no como lo que es: lo más natural del mundo...) ... y cuando se quedaba en silencio, mirando al infinito... yo no imaginaba que pensaba en el pasado... en aquella guerra... si no en el futuro...
Hablando con ella en un especial idioma inventado para la ocasión basado en el inglés, en pequeñas nociones de vietnamita y en un montón de gestos... me explicó que no pensaba en el pasado. Que tampoco en el futuro. Que lo único que existe es el presente.
Eso me suena, le dije...

5 comentarios:

Anónimo dijo...

(Thùy realmente se llamaba Ma, pero "vietnamitizó" su nombre...algo raro teniendo en cuenta que los H´mong (su tribu) no gustan mucho de los vietnamitas... Yo la entiendo...)

Rapajic dijo...

Supongo que en la educación, como en casi todo, Aristóteles tenía razón y en el punto medio suele encontrarse la virtud.

Anónimo dijo...

fotos preciosas!

Anónimo dijo...

No puedo estar más de acuerdo contigo, supongo que el tema de la sobreprotección de los niños tiene componentes parecidos a los del tema de la muerte. Parece que cuanto más tenemos menos disfrutamos porque estamos más preocupados por no perderlo. Así las cosas más normales están completamente desnaturalizadas y nuestra vida se llena de preocupaciones por esas cosas que "perdemos" olvidando, por una parte todas las cosas que SI tenemos y, por otra, que cada vez que perdemos algo estamos ganando algo de la misma intensidad.

Anónimo dijo...

Vaya fotos chulas! Mas!