Osaka y Kyoto están muy próximas. A una media hora en tren, y no necesariamente en el Shinkansen.. Una vez llegas a Kyoto, lo que más impresiona es la estación, una auténtica catedral de hierro y cristal; cristales que con la luz del día se convierten en espejos y reflejan todo lo que la rodea... La infraestructura está muy fácil, y cogiendo cualquiera de los autobuses que paran en la entrada en muy sencillo llegar hasta uno de las decenas de templos que hay en la ciudad.
No soy nada original si defino Japón como un lugar de locos contrastes... Ya lo vimos en su momento, que tan pronto estás en el siglo XXI (...pero bien largo, 2019, o algo así...) como en plena edad media, en templos imperiales donde lo que prima es el silencio y la armonía...
En Kyoto hay numerosas escuelas de Budismo Zen, en el que es impresionante el Jardín Zen gigante del templo de Ryoanji, al que entras por una Torii espectacular...
Las Torii (como la de la foto...) son unos portones gigantes frente a los templos japoneses. No existen ni en China ni en Corea (donde también hay derivaciones del Budismo, Zen en Japón, Son en Corea y Thièn en Vietman, que aunque en realidad son distintas pronunciaciones del mismo idiograma chino, las tres derivaron de manera diferente.... iremos viendo en fotos...). Estos portones se componen de dos pilares verticales y una barra que los conecta arriba, y en la gran mayoría de las veces están pintados de rojo....
Aunque no hemos hablado de China, en realidad los orígenes del Budismo Zen están en China, donde se ubicó ya el Budismo en el S.I. Impresionante!!
Pero la religión nativa de Japón es el Sintoísmo, una religión de tintes animistas, que involucra la adoración de los espíritus de la naturaleza (Kami), aunque esto es sólo un recordatorio, que de ésto ya hemos hablado...
(no es que el blog haya perdido el norte y se haya convertido en una serie de aproximaciones light a las religiones orientales... lo que pasa es que viajar es lo que tiene, que te abre los ojos de una manera incomparable....yo solo quiero compartir lo que he tenido la fortuna de ver...)
No soy nada original si defino Japón como un lugar de locos contrastes... Ya lo vimos en su momento, que tan pronto estás en el siglo XXI (...pero bien largo, 2019, o algo así...) como en plena edad media, en templos imperiales donde lo que prima es el silencio y la armonía...
En Kyoto hay numerosas escuelas de Budismo Zen, en el que es impresionante el Jardín Zen gigante del templo de Ryoanji, al que entras por una Torii espectacular...
Las Torii (como la de la foto...) son unos portones gigantes frente a los templos japoneses. No existen ni en China ni en Corea (donde también hay derivaciones del Budismo, Zen en Japón, Son en Corea y Thièn en Vietman, que aunque en realidad son distintas pronunciaciones del mismo idiograma chino, las tres derivaron de manera diferente.... iremos viendo en fotos...). Estos portones se componen de dos pilares verticales y una barra que los conecta arriba, y en la gran mayoría de las veces están pintados de rojo....
Aunque no hemos hablado de China, en realidad los orígenes del Budismo Zen están en China, donde se ubicó ya el Budismo en el S.I. Impresionante!!
Pero la religión nativa de Japón es el Sintoísmo, una religión de tintes animistas, que involucra la adoración de los espíritus de la naturaleza (Kami), aunque esto es sólo un recordatorio, que de ésto ya hemos hablado...
(no es que el blog haya perdido el norte y se haya convertido en una serie de aproximaciones light a las religiones orientales... lo que pasa es que viajar es lo que tiene, que te abre los ojos de una manera incomparable....yo solo quiero compartir lo que he tenido la fortuna de ver...)
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