Esta foto me gusta mucho... Y cuando digo me gusta no es que valoro los aspectos técnicos, que seguramente son inexistentes (la cámara que tengo parece tener vida propia... yo solo traduzco lo que veo al otro lado del visor....) digo me gusta porque creo que muestra el encanto de la sencillez.
Un árbol, y dos , y tres.... Un lago. Un puente. Un hombre. Su helado. Y en medio de todo el mundanal ruido de Hanoi, ahí estaba este hombre, en su oasis de paz, de silencio... De Soledad...
Yo estaba a pocos metros, fotografiándole, pero él estaba, literalmente solo.
Pienso mucho en la soledad. La pienso y la vivo. O quizás la pienso porque la vivo.
Hasta hace no mucho me daba pavor... pero creo que la vida es muy lista, demasiado, quizás, y siempre nos obliga a enfrentarnos a aquello que nos da miedo... y lo cierto es que he aprendido mucho de la vida en soledad, pero también de la soledad en la vida...
De esa soledad impuesta, de esa soledad no elegida que a veces es como estar encerrado, solo (redundante...) en una caserón abandonado lleno de fantasmas... a los que debemos eliminar para sobrevivir. Y es que a veces son muy feas las cosas que uno descubre de si mismo en ese tipo de soledad....
Luego está la otra soledad, esa que elegimos, esa que nos encanta.... esos momentos que todos deberíamos tener para gastar con nosotros mismos...
Un árbol, y dos , y tres.... Un lago. Un puente. Un hombre. Su helado. Y en medio de todo el mundanal ruido de Hanoi, ahí estaba este hombre, en su oasis de paz, de silencio... De Soledad...
Yo estaba a pocos metros, fotografiándole, pero él estaba, literalmente solo.
Pienso mucho en la soledad. La pienso y la vivo. O quizás la pienso porque la vivo.
Hasta hace no mucho me daba pavor... pero creo que la vida es muy lista, demasiado, quizás, y siempre nos obliga a enfrentarnos a aquello que nos da miedo... y lo cierto es que he aprendido mucho de la vida en soledad, pero también de la soledad en la vida...
De esa soledad impuesta, de esa soledad no elegida que a veces es como estar encerrado, solo (redundante...) en una caserón abandonado lleno de fantasmas... a los que debemos eliminar para sobrevivir. Y es que a veces son muy feas las cosas que uno descubre de si mismo en ese tipo de soledad....
Luego está la otra soledad, esa que elegimos, esa que nos encanta.... esos momentos que todos deberíamos tener para gastar con nosotros mismos...
Y quizás esté la soledad de la imagen... esa de habitar en un oasis de silencio dentro de los desiertos incomunicantes... la capacidad de abstraerse mirando un árbol... la capacidad de llegar al centro de uno a pesar de las interferencias...