Anoche hablaba de un mal social que me entristece... muy frecuente, pero con el que puedo vivir... os lo aseguro. El secreto está en conocer (o tratar de hacerlo...) por qué el otro no comparte la felicidad de uno, y aunque diga que es por proteger, sigo pensando de que lo se trata es de protegerse a uno mismo... Son temas de psicología social, pura y dura psicología social.
Pero os cuento que hay muchas, muchísimas, cosas que me alegran... Me alegran las sorpresas, pero sobretodo por el detalle que implica el querer sorprender a otro... Me alegra lo espontáneo, lo fluido... Me alegran, por supuesto, los sueños que se cumplen... me alegra la alegría de los demás... y más me alegra la ilusión de los que quiero... Me alegra que la gente encuentre lo que busca.. o que encuentre algo que no sabía que buscaba... Me alegra estar viva, en definitiva, y me alegra, mucho que Él viva y haberle localizado.
Pero ayer, algo muy concreto, menos abstracto... me alegró el día.... y la semana.... y... Y no era fácil. Ayer era lunes. Mi primer lunes después de unas vacaciones extra-terrestres. Mi primer lunes de duro trabajo de clínica después de casi un mes. Lunes que amaneció con una fatal noticia. Una de las peores noticias que se puede recibir... y entonces, justo antes de que llegara el primer paciente de "la nueva era" sonó el timbre. Alguien pronunció mi nombre. Y dijo "le traemos unas flores". Lo primero que pensé "si yo no he discutido con nadie" (si antes alguna vez me habían mandado flores era por haber tenido una de esas ligeras riñas de parejas...) o "si no he dado ninguna conferencia/curso recientemente".... todo dentro de "pero si Él vive al otro lado del mundo"...
En cuanto ví las flores supe de quien eran. Lirios. Eran Lirios. Una docena de Lirios. Lirios. Mi flor favorita. Mi flor. Lirios. Y una nota escrita en español... y en Rapa Nui... Desde Rapa Nui. Maururu, Undo, Maururu...
Como no me voy a alegrar por algo así. Como no voy a alegrarme de estar viva. Como no...
Dime, pues... que te alegra a tí.. para alegrarme todavía más...
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6 comentarios:
A mi me alegra haberte encontrado, porque llevo como más de hora y media leyéndote sin parar y reflexionando sobre lo que escribes. Que placer volver de vacaciones y sin más encontrar este gran rincón de reflexiones.
Te echaba de menos. Echaba de menos también parar, leer y pensar.
Creo que "Él" ha tenido mucha suerte. Pero que mucha suerte.
Sentir su beso de despedida por las mañanas cuando todavía estoy dormida(me dice que empieza un nuevo día y que él estará aquí para compartirlo conmigo); el sonido de la risa de mi pequeña; el redescubrir que es posible conocer gente nueva que te sigue enseñando modos nuevos y apasionantes de vivir...
¡Qué alegría,qué pelo alborotado!
Ando.Esta mañana.Cruzo el puente de piedra.Veo un montón de piraguas.Me asomo por la izquierda.Ya han pasado casi todas.En una,dos niñas gritan hola.Vuelven a gritar hola y a levantar la mano.Entonces,cuando compruebo que no hay nadie más mirando,les saludo con la mano.Me apoyo en el muro alto para verlas pasar.Se lo están pasando muy bien.Parece que es la primera vez que se deslizan por el agua.Miran atrás.Comprueban que hay una embarcación que se para en la orilla.Es la última de todas.Gritan abuelo.Uno de los monitores que les acompañan acude.Vuelven a gritar,alegres, y miran arriba.Les vuelvo a saludar.Me imagino que uno de los pasajeros del autobús rojo que pasa a mi espalda,hacia el centro de la ciudad,ha visto la escena en la que yo río con la mano levantada y me ilusiona pensar que también se ríe.Entonces río más.
Bego... que bego eres? ¿Eres "Bego"?
Sé que te conozco.
Anónimo... yo no sé si él ha tenido suerte, pero por que no, claro que si.. pero no menos de la que me persigue a mi!...
Serendipity, lo que cuentas es precioso... que maravilla. Me alegra tu alegría... Vuestras alegrías, en realidad...
Y Onno, tu como siempre... haciendo magia de la cotidaniedad... Precioso.
Gracias a todos por compartir estos momentos conmigo...
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