viernes, septiembre 08, 2006

AEROPUERTOS


Muchas de las cosas que me han pasado en este viaje empiezan en los aeropuertos... El sábado, Ju & Ju se marcharon. Y en principio, me quedaba sola... pero este lugar es lo que tiene... que es el lugar mas aislado del planeta pero es el lugar en el que menos sola me siento... y en el que menos sola estoy...
Los días que hay avión todo el pueblo parece concentrarse en el aeropuerto. Es como una manera de ver quien se va, de ver quien llega... no sé... Pero cuando marcharon mis amigos todo el mundo estaba en el aeropuerto... Estaba Rodrigo, un loco que se empeñó una noche en regalarme una estrella... estaba JuanFe, con quien bailé dos noches antes en el TopaTangi y con quien hubo mucha "¿energía?".. estaba Pascual, por supuesto... y estaba Fernando...
La historia con Fernando es bien extraña, como tantas otras cosas de este viaje. A Fernando le ví también en el aeropuerto de Santiago... viajaba con un misterioso objeto blanco (que ya he desvelado...) y una guitarra... pero ya en la Isla le ví la noche del jueves cenando, después bailando, el viernes me lo encontré en un lugar que ahora no recuerdo... el sábado estaba de nuevo en el aeropuerto... esa misma noche cenamos en el mismo sitio... pero no fue hasta el domingo, mientras me concentraba en la puesta de sol de Ahu Tahai, que se acercó y me dijo "Hola"... Ni nos presentamos. Nos conocíamos... no se desde cuando, pero nos conocíamos... pero digo que él es otra historia... entre el sábado por la mañana en el aeropuerto, cuando el pensaba que yo me volvía... y yo con la mirada le dije que me quedaba... hasta el domingo que me saluda, o hasta el martes que nos volvemos a encontrar y llega el miércoles pasa una vida... JuanFe es el culpable, que me lleva a bucear, que damos la vuelta a la Isla y la deshacemos en el coche que Pascual nos ha prestado... cenamos un rico asado con él, y el lunes... vuelta al aeropuerto a despedirle. Y ya van dos. Pascual me dice que parezco isleña, y me sorprende, porque no es el primero... ni el último. Si la despedida del sábado la engancho con JuanFe, la del lunes la engancho con Pascual. Nos volvemos del aeropuerto, él, su hija, y yo.. los tres, en la moto. Ahí es cuando me presta la genial bicicleta que me regala unos momentos maravillosos en esta Isla... y unas agujetas tremendas, claro...
El martes Miru me lleva a ver las cuevas de esta Isla. Tremendas... Impresionantes... No tengo conciencia en mi retina de haber visto nunca nada parecido... Me enseña muchas cosas de la Isla, me habla del respeto ancestral a los Moais, de la conciencia de uno mismo y de los Aku-Aku... Me enseña los lugares donde pesca, y como pesca... me habla de mareas y de lunas... Me explica que estos días no puede salir a pescar, porque la luna está casi llena... del peligro de las rocas, de la apnea y de donde hay que limpiar lo pescado... Me resultan fascinantes sus lecciones.
Llegamos al pueblo.. . o a la ciudad, porque llevo aquí ya mas de una semana y esto aun no sé muy bien que es... y nos despedimos. Pascual me ha invitado a cenar y a su espectáculo. Ahí, en su casa, es donde veo llegar a Ju & Ju desde el avión... me tomo una cerveza (él solo toma de jueves a sábado... pero tendríais que verlo! ) y su hijo (ejem... uno de ellos... digamos que tiene algo así como dos docenas de hijos...) Tai, toca el ukelele y me enseña unas fotografías alucinantes de la Isla. Bajamos al baile, me quedo impactada de verles bailar... pienso que tienen (ellas) una vértebra que al resto de las mujeres del mundo nos falta y que por eso no podemos bailar como ellas... y nos vamos los cuatro a cenar. Me miran raro los demás (pero pocos) turistas de la Isla y no lo entiendo... hasta que me doy cuenta que Tai no se ha vestido... que baja con su coleta, su tocado de plumas, sus tatuajes, .. .vamos, que va de Rapa Nui de libro... Nos zampamos una pizza rica rica... y entonces Fernando, aparece de nuevo y me saluda... Con toda la naturalidad del mundo me dice... "oye, tengo auto... y si te recojo mañana y nos damos un paseo por la Isla?".... Yo acepto, porque la Isla te enseña cosas... y una de esas cosas es que hay que dejarse llevar....
Así termina el martes.
Y yo ya he comenzado una relación profunda, fantástica, e irremediable con esta Isla...

2 comentarios:

Anónimo dijo...

TELEVISIÓN.


Aparentemente, pasamos nuestra vida en este estado de inestabilidad, que se auto perpetúa, abordando la vida como individuos creativos. Nos unifica el cosmos, que también vive en una similar situación alejada del equilibrio. Somos lo que Prigogine llama “estructuras disipativas". Fluctuamos constantemente entre un estado de organización y otro, experimentando en ese camino ciertos momentos cercanos al equilibrio que algunos llamarían períodos de "reposo".

Según dicha teoría, las formas de vida evolucionan hacia una mayor complejidad debido al desorden. Evolucionamos en armonía con la entropía, no en oposición a ella. Como sistemas abiertos, vivimos lejos del equilibrio y, mientras vamos evolucionando, vamos cruzando un umbral tras otro. Nuestra tendencia giratoria desequilibrada nos asegura el crecimiento. Nuestra fuerza centrípeta nos impulsa hacia una complejidad y una multiplicidad crecientes. Al mismo tiempo, potencialmente nuestra fuerza centrífuga puede arrastrarnos al colapso y a la destrucción totales. Estos puntos de bifurcación pueden - según Prigogine - llevarnos a lo mejor y lo peor; participando en una evolución cuyo desenlace no está claro para nosotros.

Aunque sigamos huyendo hacia un orden superior - como conjetura Prigogine - esto no significa que nos escaparemos o evitaremos por siempre la situación opuesta - en la que el orden cierra el círculo - al declinar como un desafortunado sistema cerrado ideal sujeto a los peligros de la segunda ley de la termodinámica. Cuando el orden sucumbe a la entropía, el caos se convierte en nosotros. Pero este caos no es más permanente que nuestros más elevados estados de orden.

Una de las cosas más interesantes de este mundo es la dinámica de los sistemas lejos del equilibrio, cuya inestabilidad reflejada en comportamiento caótico hace posible la aparición de nuevas estructuras de complejidad creciente. Esto lleva a una nueva visión de la materia que ya no es pasiva, como lo describe el punto de vista mecanicista, sino que está preñada de actividad espontánea. En el drama a nivel cósmico, somos actores tanto como espectadores. En lugar de un universo en el que el futuro está completamente determinado, tenemos un mundo en el que el futuro está abierto y que es una construcción en la que todos podemos participar. El universo ya no es un reloj con su movimiento de los cuerpos celestes en forma estable y periódica - según la mecánica clásica - sino un mundo de inestabilidades y fluctuaciones causantes de la sorprendente variedad y riqueza de las formas y estructuras de la naturaleza en la que estamos insertos. Se necesitan nuevos conceptos para describirlo, entre los cuales "evolución" y "pluralismo" son vitales.

La comprensión de esta complejidad se ha producido gracias a dos teorías: "la física de los sistemas fuera de equilibrio" y la "teoría moderna de sistemas dinámicos". En ambas Prigogine ha sido pionero. En la segunda de estas teorías es predominante la inestabilidad, la que se detecta sobre todo en el sistema climático. Es proverbial la frase "el aleteo de una mariposa en Beijing puede modificar el régimen de tormentas el próximo mes en Nueva York". Esta frase es conocida como "el efecto mariposa". La evolución del clima puede ser extremadamente sensible a muy pequeñas variaciones de las condiciones iniciales. Lo estamos viendo en el "fenómeno del Niño", donde una pequeña alza en la temperatura de una corriente marina ha producido toda clase de estragos a lo ancho de todo el globo terráqueo.

Anónimo dijo...

la luna casi llena de MIru, es la que me alumbró el camino para llegar a Bermeo, de noche!!!! y menos mal, que si no mi super fiast balnco se hubiera estampao contra algún burro de la A-1!!!!