Ultimamente me cuesta mucho escribir. No es que no quiera, porque lo deseo con todas mis fuerzas... es que no puedo. Creo que es porque tengo demasiado que contar. Ni siquiera he sido capaz de escribir en mi cuaderno (ese que nadie lee) acerca de todo lo que ha sucedido en el último mes. Creo que estoy colapsada de emociones y sentimientos. De pensamientos, de recuerdos, o de no se qué.
Esta tarde, justo después de visitar a la madre de mi padre, precisamente en el hospital, a causa de su corazón... he descubierto una tienda, preciosa, cerca de la Plaza San Francisco, de muebles y decoración oriental. He entrado por no sé, dar una vuelta, quizás hacer tiempo... como si así consiguiera acercar ciertos recuerdos o alejar ciertos temores. Había una pieza que me ha estremecido. Yo creo que era un corazón. Un corazón de madera. Tallado, como con flores. Arriba había cuatro tubitos, era raro, tanto que hasta he pensado si no sería algún tipo de instrumento musical, pero yo solo podía ver un corazón. Pero no uno de esos corazones cursis que no se de dónde han salido... no, uno de verdad. Como este que dibujó Leonardo. Un corazón y sus tubitos las arterias. Lo he cogido, lo he mirado, pero sobretodo lo he tocado... lo he acariciado... lo he mantenido suavemente, y he sentido algo de angustia. No sé si tenía que ver con esa cosa que me pasa a veces cuando toco piedras, edificios, personas, animales.... o si era mi corazón el que sentía esa angustia.
No he tardado en desvelar el misterio de mi angustia. Me han visitado algunos recuerdos pascuenses (cosa frecuente en mí desde que salí de aquel lugar...)y es dónde me he dado cuenta de que NO era angustia, de que era Fuerza.
Creo que mi corazón no se ha acostumbrado todavía a tantas nuevas emociones... Creo que se está adaptando a su nueva realidad.... Creo que hace mucho tiempo que su sentir, que su fluir, no era correspondido.... y le cuesta adaptarse a la incondicionalidad de otro corazón. Pero me recuerda que está encantado.... que le gusta esto, y que dure lo que dure, a los dos, a mi corazón y a mí, nos va la marcha...
He dejado el corazón de madera en esa estantería redonda preciosa.
Para que tener uno de madera, si el del dibujo está más vivo que nunca....
bom bom... bom bom... bom bom....
aunque el mio suena algo así como tu tu.... tu tu... tu tu....
Esta tarde, justo después de visitar a la madre de mi padre, precisamente en el hospital, a causa de su corazón... he descubierto una tienda, preciosa, cerca de la Plaza San Francisco, de muebles y decoración oriental. He entrado por no sé, dar una vuelta, quizás hacer tiempo... como si así consiguiera acercar ciertos recuerdos o alejar ciertos temores. Había una pieza que me ha estremecido. Yo creo que era un corazón. Un corazón de madera. Tallado, como con flores. Arriba había cuatro tubitos, era raro, tanto que hasta he pensado si no sería algún tipo de instrumento musical, pero yo solo podía ver un corazón. Pero no uno de esos corazones cursis que no se de dónde han salido... no, uno de verdad. Como este que dibujó Leonardo. Un corazón y sus tubitos las arterias. Lo he cogido, lo he mirado, pero sobretodo lo he tocado... lo he acariciado... lo he mantenido suavemente, y he sentido algo de angustia. No sé si tenía que ver con esa cosa que me pasa a veces cuando toco piedras, edificios, personas, animales.... o si era mi corazón el que sentía esa angustia.
No he tardado en desvelar el misterio de mi angustia. Me han visitado algunos recuerdos pascuenses (cosa frecuente en mí desde que salí de aquel lugar...)y es dónde me he dado cuenta de que NO era angustia, de que era Fuerza.
Creo que mi corazón no se ha acostumbrado todavía a tantas nuevas emociones... Creo que se está adaptando a su nueva realidad.... Creo que hace mucho tiempo que su sentir, que su fluir, no era correspondido.... y le cuesta adaptarse a la incondicionalidad de otro corazón. Pero me recuerda que está encantado.... que le gusta esto, y que dure lo que dure, a los dos, a mi corazón y a mí, nos va la marcha...
He dejado el corazón de madera en esa estantería redonda preciosa.
Para que tener uno de madera, si el del dibujo está más vivo que nunca....
bom bom... bom bom... bom bom....
aunque el mio suena algo así como tu tu.... tu tu... tu tu....
7 comentarios:
El lugar más aislado del mundo en el momento menos aislado del tiempo.Qué bonito!Primavera cero!
Más madera!
... y de un sitio tan bonito y mágico ¿por qué no te has decido a colgar alguna foto?
Quizás por deformación profesional, pienso que las palabras congujadas con las imágenes te acercan un poco más a las experiencias vividas...
Una recomendacion: www.unafotocadadia.blogspot.com
Es un fotógrafo conocido, es argentino, y en muchas ocasiones tiene una manera de entender la fotografía parecida a la mía.
De todos modos... ¿Hablabamos de corazón, no? Es imprevible, no atiende a razones y va por libre.
creo que tenéis que secarlos,los dos.tienen que pesar muchísimo,no pasan por los cables ni por el aire de los satélites ni con la dirección bien tatuada.
Rafael Höhr
Dibújame lo que pasa
La realidad dibujada es una nueva forma de ver las cosas. Más clara, más amena, más divertida, aun a pesar de lo que nos cuenten no tenga ninguna gracia.
Rafael Höhr es infografista de Prisacom, la editora de elpais.es, cadenaser.com, diarioas.com y cincodias.com. Desarrolla la interacción del nuevo departamento de gráficos digitales y la sección de infografía tradicional. Con él descubrimos una nueva forma de contar las cosas. O al menos eso creemos. “Una noticia en internet que sea solamente textual está bien, te informa. Ahora con el tema de la animación, los gráficos interactivos y todo lo que es permitir el lector ver moverse las cosas, los objetos, etc., es un gran paso. Si intentas explicar todo eso sólo con texto, no lo lee nadie, o al menos no te van a entender. Ayudan a comprender lo que en el texto se está contando. Es un valor añadido. Gracias a internet se está adquiriendo mucha cultura visual. Eso hay que agradecérselo a la red. Quien se mueve por internet sabe dónde tiene que pinchar, cómo tiene que pinchar, y hay que darle contenido, hay que echarle madera”.
Flash por todas partes
Echarle madera. Bonita expresión. La madera que usa el infografista es la que puede usar un diseñador gráfico. Herramientas de autor las hay a patadas, pero como ya ha ocurrido en otros campos, Flash es la niña bonita cuando hablamos de la red. “Para hacer gráficos directamente para internet no hay programa, porque Flash no es aún un programa operativo para hacer gráficos. Es magnífico para hacer animaciones pero no para dibujar”. Pero Rafael va un paso más allá y nos hace una predicción. “De hecho yo creo que van a alcanzar antes los programas de dibujo a Flash, que Flash a los programas de dibujo. Creo que será Freehand quien vaya a incorporar la animación dentro de su propio programa de dibujo. Parece ser que va a ser el camino al revés. Pero a lo mejor cuando esto ocurra ya podemos publicar grandes archivos por internet en tres dimensiones”.
Daniel Torres
En los post anteriores hay fotografías del viaje... no muchas, pero unas pocas para empezar...
No está exento de problemas técnicos o de percances el programa espacial . La aventura de vivir en la Estación Espacial Internacional le ha pasado factura. Una astronauta del Atlantis ha pagado esa factura al poco de poner pie a tierra . La mujer de 43 años sufrió varios mareos en la ceremonia de bienvenida. Dicen los médicos que tiene que readaptarse a la gravedad.
La ceremonia de bienvenida tiene lugar en Houston. La tripulación del Atlantis relata su experiencia en la Estación Espacial Internacional. Doce días en condiciones de microgravedad. Cuando le llega el turno a la única mujer de la misión, Heidemarie Stefanichin-Piper, la astronauta se empieza a confundir, sus piernas se doblan, cae. Se levanta respaldada por los aplausos del público.
Después de hablar durante otro medio minuto, apenas el tiempo suficiente para excusarse ante la asamblea, nuevo desconcierto, se agarra al podio. Sus compañeros se han colocado a su lado y la bajan hasta el suelo. Los médicos aerospaciales dicen que la astronauta, de 43 años, no necesita ser hospitalizada. Se encuentra muy bien pero tiene que readaptarse a la gravedad. Ha sido la primera misión espacial para esta especialista en electricidad. En total estuvo siete horas fuera de la nave. Se une así al minúsculo grupo de seres humanos que han realizado un paseo espacial: 156 en total.
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