viernes, septiembre 29, 2006

PAUSA


No rechaces los sueños por ser sueños.
Todos los sueños pueden
ser realidad, si el sueño no se acaba.
La realidad es un sueño.

Soñar
es el modo que el alma
tiene para que nunca se le escape
lo que escaparía si dejamos
de soñar que es verdad lo que no existe.

Solo muere
un amor que ha dejado de soñarse.

Pedro Salinas

Buen Fin de Semana. Yo estaré "concentrada", así que nos vemos a la vuelta.

jueves, septiembre 28, 2006

UNDO


Lejos o cerca. Cerca o Lejos. Conceptos que cada día se me confunden mas y mas. En estos momentos, quien mas lejos está mas cerca lo siento. Y eso es poderoso. Muy poderoso.

Recuerdo el regreso de Anakena escuchando Entre Ríos, o el viaje al Poike con Air. Y el silencio. Recuerdo los ojos de aquella nena, en el asiento de atrás, llorosos, por aquel perro atropellado. Recuerdo a unos japoneses que no reconoceríamos. Te recuerdo subido a una palmera. O debajo de una toalla violeta, llena de flores. Los celos al cambio de marchas, que me robaban tu mano. Y bailar!! Nos recuerdo mirando a un barco que no terminaba de decidirse a acercarse a tierra. Y recuerdo que ese barco traía cosas importantes para tí.
Los recuerdos a veces son peligrosos, porque nos alejan del presente. Trato, por tanto, de llenar mi presente de cosas que valgan la pena, que me ayuden a ser mejor, y siempre bajo la premisa de hacerme feliz...aunque no siempre es posible elegir.
Proyecto ilusiones con cautela en el frágil telón virgen del futuro. Y sonrio todo lo que puedo.
Y hoy, mi sonrisa celebra tu cumpleaños. Hoy el tiempo me trae un día que tengo que celebrar. Celebrar, celebrar.... celebrar.... tenemos tanto que celebrar!

Brindo, entonces, por la aventura del nacer. Por las sorpresas. Por lo inesperado. Por el entusiasmo y por la cautela. Por el mundo explora, por las machas a la parmesana y por el vino tinto. Por el diseño. Por las tortillas de queso. Por la cerveza austral. Por el ombligo del universo, por el tuyo y por el mío. Por las cámaras de fotos, concretamente por las canon a/ae-1. Por las digitales y las autofotos. Por las flores naranjas. Por Buenos Aires. Por la pasta casera. Por Pablo y por Maite... bueno, por Neruda y por la Chascona. Por los atardeceres y las lunas llenas. Por los perros. Por el gato Moai. Por las chicas con orquideas en el pelo. Por las chicas con orquideas en los pies. Por los ladrones. Por los caballos y los veleros. Por los aviones. Por los compañeros de vuelo. Por los escultores y por los músicos. Por los que son felices, y por los que no saben que pueden serlo. En fin, brindo por todos lo que conozco y por todo lo que no conozco. Brindo por la ilusión. Pero hoy, ante todo, brindo por tí.

Felicidades, Undo.

martes, septiembre 26, 2006

LA MAGIA DE LA LLUVIA


"De pronto, del techo se escuchó un estruendo y tras éste, se abrió. De ahí, cayó un chico, al suelo, justo en el pasillo de las salsas".
(...)
"Una de las cajeras del supermercado se desmayó. Tuve que despertarla con mi abanico. Después se la llevó la ambulancia, con el chico que cayó del techo".

Pues si. Pues es verídico. Ha pasado en esta ciudad en la que parece que nunca pasa nada. Se abrió el techo y un chico cayó al suelo. En un Sabeco, justo en el de la c/ San Vicente Mártir. Lo he leído en el períodico del domingo. Y estoy - literalmente- estupefacta. Así que imaginaros a la cajera.

Resulta que el joven bajó al patio de luces de su casa a coger una camiseta que se le había caído del tendedor, pisó en falso un falso techo, y bajó directamente al pasillo de las salsas. Encima al de las salsas... Tiene guasa, la historia.

Aunque yo en quien no puedo dejar de pensar es en ella, la cajera. Y en su desmayo. Me la imagino en su casa, vistiéndose al ritmo del it´s raining men, alelullajh... it´s raining men... cuando en su trabajo, desde su monótono puesto de trabajo (pi... pi.... pi.... pi.... treinta y cinco con setenta y dos euros.... pi... pi... pi....pi.... ocho con sesenta y tres...) vió caer a un hombre, de su misma edad, del cielo. Del techo, perdón.

Y se los llevaron en la misma ambulancia. Eso es de película. Sabemos por la psicología social (uy, otra vez la psicología social... se nota que empieza el curso pronto....) que dos personas de diferente sexo, si son hetero (hago esta aclaración para que nadie sea puntillicas...), y comparten una situación de riesgo, peligrosa, o emocionalmente intensa... se enamoran.
A mi personalmente me encantaría que se enamoraran. Ultimamente quiero que todo el mundo se enamore, pero que se enamoraran ellos me encantaría. Me parece tremendamente romántico... "¿Como os conocistéis?... Cayó del cielo....". buah... es precioso!

Ay, Undo,y yo que pensaba que tu habías caído del cielo...A ver como superas esto!

Aunque bueno, encontrarte detrás de aquella guitarra, en el cielo, tampoco suena mal!!




lunes, septiembre 25, 2006

AHU TONGARIKI


...Creo que esta tarde de lunes es un momento oportuno para continuar con nuestro paseo...

Cerca, muy cerca, del Rano Raraku está Ahu Tongariki, un lugar que muchos habréis visto en fotografías pero que os aseguro que en persona es imponente. La primera vez que llegué no pude verlo, pero pude intuirlo. Y fue tremendo. El sol se había marchado a alumbrar otro rincón del mundo cuando Jose decidió que quería parar. Bajamos del coche, y en silencio, nos fuimos separando, cada uno de los tres que estábamos (Miru, Jose y yo) para ubicarnos donde el sentimiento nos pedía. José, después de treinta años en Nueva Zelanda, y casado con una Maorí, habla mejor ese idioma que el Rapa Nui, así que saludó a sus antepasados de una manera, cuanto menos, inquietante.
De pronto sentí quince sombras abrigándome. José me explicó que yo también podía presentarme. Que aunque no eran mis antepasados (aunque Undo llegó a pensar que sí lo eran!) como un signo de respeto podía acercarme y decirles que había llegado. Él lo hizo a gritos. Yo les saludé en silencio.
Y cada vez que pasaba por delante de ellos lo hacía. Esta fotografía está tomada el día que di la vuelta a la Isla en bicicleta. Cuando llegué estábamos los 16. Los Pukaos en el suelo, y ellos mirando al cielo. Yo también miraba al cielo, ya que desde donde estaba, mirarles a ellos era mirar al cielo.... tal es su tamaño.

Estoy segura que por la noche hablan. Que se hablan entre ellos y que hablan con las estrellas, y con las flores naranjas que había cerca de ellos... Hasta creo que durante el día hablan con las nubes y con los pájaros. Estoy convencida.

Nos dicen cosas que solo podemos escuchar en sueños.
Nos desvelan respuestas a preguntas que todavía no se nos han planteado.
Lo sé.


domingo, septiembre 24, 2006

RANO RARAKU POR DENTRO



Estar dentro del Rano Raraku te provoca muchas emociones... excepto claustrofobia. Es un lugar abierto, precioso, con una tranquilidad inmensa. En la laguna realizan una vez al año, siempre coincidiendo con el Tapati Rapa Nui (primera quincena de febrero) un Triatlon. El Triatlon Rapa Nui. Dan corriendo una vuelta (descalzos) a la laguna, con unos treinta/cuarenta kilos de bananas encima.... navegan en balsas de totora construidos por ellos mismos, y escalan a las rocas del Rano Raraku buscando otro objeto, creo que de totora también, realizado por ellos mismos. Allí fue donde un día decidí "bautizarme". Me había bañado en varios mares y en muchos ríos, pero nunca en la laguna de un volcán, así que creo que ese era el día y el momento. Después, hay que trepar (aun llevo los arañazos en las piernas.... si, todavía...) por la roca hasta llegar al cortado desde el cual se ve Ahu Tongariki y sus quince moais. Mientras subes, esquivas o te encuentra la mirada, mas o menos terminada, de, yo diría cientos, de moais. HAy algunos que están de pie, mirando a la laguna.... otros muchos están tumbados. Esperando a ser levantados. Miru ese día me habló de los Aku-Aku. Espíritus durmientes que atacan a los vivos, ahogándoles, cuando éstos han cometido una falta de respeto. Él parecía temerles. HAy muchos rapa nuis que piensan que eso son bobadas, que las faltas de respeto son valoradas por uno mismo. Pero hay otros, que aunque piensan eso, prefieren el "por si acaso". Miru me habló de varios parientes que habían sido asustados por los Aku Aku... Pensé en la sugestión, y su poder sobre el cuerpo... tanto en la salud como en la enfermedad. Pensé en que me parecían un interesante "regulador de la conciencia social", tan comun en otras sociedades ajenas a la nuestra. Y como aquel día pasaron cosas muy raras, decidí yo también montrarme al tren del "por si acaso"....

(si os dais cuenta, en la foto está la laguna, un moai justo a mi lado (ya me aseguré bien si la piedra a la que me subí no era uno de ellos... me pareció que no, pero como había en todas partes,no estoy segura... El mar está al fondo)

sábado, septiembre 23, 2006

RANO RARAKU




De Rano Raraku podría escribir hasta el infinito. Es un lugar fascinante, de otro mundo... Un lugar dónde todo es posible. Es uno de los tres volcanes, y es de aquí de donde se extraía la piedra donde se esculpían los moais. Bueno, de hecho, la piedra no se extraía, sino que se tallaba y esculpía ahí mismo el moai, y solo una vez terminado, se enderezaba y se le llevaba al lugar destinado. Aqui encontramos dos tipos de moais: los terminados, y los "medio hechos". Los terminados están como abandonados, de pie, en las laderas del volcán. Tanto interna como externa. Parecen cabezas, solo cabezas, pero lo que ocurre es que la mayoría están semienterrados hasta los hombros, de modo que solo asoma la cabeza. A medio hacer, incrustado en la roca, está el moai más alto de todos, de 21 metros.
En el interior del cráter hay hasta 80 moais, 20 erguidos, varios caídos y la mayoría esculpidos solo a medias. En la ladera exterior otros 50, y ya mirando al mar, en la ladera que va hacia el mar, hay 30 caídos. Ladera arriba hay unos 160 moais sin terminar, lo que significa que medio hacer y semienterrados hay unos 320 moais. Quizás podáis haceros una idea de lo que puede significar eso, en la ladera precisamente de un volcán, dentro y fuera de un cráter. Es escalofriante. He llegado a leer que el número total de moais procedentes del Rano Raraku es casi de mil, pero con evidencias a pensar aún en mas.
Lo cierto es que estás ahí y bueno, solo ves moais. Esbozados en la roca de la ladera te parece ver moais en todas partes. Es impresionante.
Creo que es uno de los lugares que mas veces he ido a visitar. Y siempre he estado sola o con mi acompañante. Es donde fuí con Miru la tarde que llegué y donde días mas tarde nos bañamos (el cráter es ahora una laguna). Es dónde he ido con Undo con lluvia, con sol, y como despedida. Es donde llegué sola en bicicleta. Y es donde más sueño con volver.

AHU KO TE RIKU





















Es, dentro de Ahu Tahai, el Moai que véis con moño (Pukao) y globos oculares. Lo blanco del ojo está construido con un coral típico de la zona , Coral Brain, un inquietante coral blanco con forma de cerebro humano (yo sobrevolé varios en Ovahe...) y lo negro es obsidiana. Esa es una auténtica mirada de obsidiana.

Hay mas moais con Pukao, sobretodo los de Anakena...o los de Ahu Tongariki, que son quince moais alineados... aunque en ese lugar los pukaos están en el suelo, amontonados (excepto en un único moai....) pero no hay mas moais con globos oculares. Es inquietante. Y mira al cielo.

AHU TAHAI



Ahu Tahai (también la foto del post anterior) como podéis recordar, es el primer grupo de Moais que pude ver al llegar a la Isla. Mientras Cecilia hacía la comida me "invitó" a dar una vuelta por los alrededores de la casa. Y me encontré con esto. De hecho, si al salir de mi habitación veía el oceáno... si andaba un poquito, un par de minutos... me encontraba con el imponente Ahu Tahai.
Es el único grupo de Moais que se puede decir está en la ciudad. En Hanga Roa. Ciudad o pueblo, sigo sin saber...

Son especialmente imponentes al atardecer. Y en realidad, son "tres" Ahus.
Ahu es la plataforma que sostiene a los Moais.. Cada Ahu se compone de muchísimas piedras sueltas sujetas por muros de contención. Su altura oscila entre los 2 y hasta los 10 metros. La cara del Ahu que mira al interior (hacía nosotros si miramos de cara a los Moais) tiene forma de rampa, conformando recintos, y son altares o tumbas (como precisamente en este caso...)

Undo me explicó que las piedras simbolizan a la familia. De hecho, la teoría más consensuada es que los Moais son antepasados, y que por eso miran al interior, dando la espalda al océano. Me explicaba Pantu que el habitante de las islas siempre está mirando al mar... como esperando que llegue algo, alguien.... buscando la comida.. o quien sabe si la salida... y que por eso, los Moais (antepasados) miran al interior. Para que ambas miradas puedan encontrarse.

Ya veréis el cementerio...

PASEO...


Vamos a hacer una cosa... cómo varias personas me han preguntado por imágenes de la Isla, y me interesa la opinión de esas personas, y más me interesa que esas y todas las personas que por aquí se pasan estén a gusto.... y dado que las escasas fotografías aquí publicadas no han sido visitadas, me decido a llevaros de paseo.

Tengo algo de fiebre, ahora mismo. Literal y Metafórica. Así que quien sabe, quizás yendo a su origen consiga sacármela del cuerpo... Yo, por mi parte, pongo buena música (Antony and The Johnsons... para empezar...), el
matecito (infusión) está a punto y algo de chocolate para endulzar el alma... Vosotros, por vuestra parte, poneros cómodos.

...Os recuerdo que los zapatos no son necesarios....

DEL CORAZÓN...


Ultimamente me cuesta mucho escribir. No es que no quiera, porque lo deseo con todas mis fuerzas... es que no puedo. Creo que es porque tengo demasiado que contar. Ni siquiera he sido capaz de escribir en mi cuaderno (ese que nadie lee) acerca de todo lo que ha sucedido en el último mes. Creo que estoy colapsada de emociones y sentimientos. De pensamientos, de recuerdos, o de no se qué.

Esta tarde, justo después de visitar a la madre de mi padre, precisamente en el hospital, a causa de su corazón... he descubierto una tienda, preciosa, cerca de la Plaza San Francisco, de muebles y decoración oriental. He entrado por no sé, dar una vuelta, quizás hacer tiempo... como si así consiguiera acercar ciertos recuerdos o alejar ciertos temores. Había una pieza que me ha estremecido. Yo creo que era un corazón. Un corazón de madera. Tallado, como con flores. Arriba había cuatro tubitos, era raro, tanto que hasta he pensado si no sería algún tipo de instrumento musical, pero yo solo podía ver un corazón. Pero no uno de esos corazones cursis que no se de dónde han salido... no, uno de verdad. Como este que dibujó Leonardo. Un corazón y sus tubitos las arterias. Lo he cogido, lo he mirado, pero sobretodo lo he tocado... lo he acariciado... lo he mantenido suavemente, y he sentido algo de angustia. No sé si tenía que ver con esa cosa que me pasa a veces cuando toco piedras, edificios, personas, animales.... o si era mi corazón el que sentía esa angustia.

No he tardado en desvelar el misterio de mi angustia. Me han visitado algunos recuerdos pascuenses (cosa frecuente en mí desde que salí de aquel lugar...)y es dónde me he dado cuenta de que NO era angustia, de que era Fuerza.

Creo que mi corazón no se ha acostumbrado todavía a tantas nuevas emociones... Creo que se está adaptando a su nueva realidad.... Creo que hace mucho tiempo que su sentir, que su fluir, no era correspondido.... y le cuesta adaptarse a la incondicionalidad de otro corazón. Pero me recuerda que está encantado.... que le gusta esto, y que dure lo que dure, a los dos, a mi corazón y a mí, nos va la marcha...

He dejado el corazón de madera en esa estantería redonda preciosa.
Para que tener uno de madera, si el del dibujo está más vivo que nunca....

bom bom... bom bom... bom bom....

aunque el mio suena algo así como tu tu.... tu tu... tu tu....

jueves, septiembre 21, 2006

ZAPATOS ZAPATILLAS Y PIES



No sé que preferís vosotros... pero dado que en esta sociedad no se puede andar descalzo (ya no sólo por el que dirán, que eso es relativamente importante... ni siquiera solo por la suciedad... mas bien por los peligros que pueden entrañar pisotones (somos demasiados por metro cuadrado, me parece...) y cristales de botellas, lunas y espejos retrovisores....) nos calzamos con aquello que más nos gusta... Zapatos, zapatillas, o botas. Personalmente prefiero las zapatillas. Será por una reminiscencia de aquellos tiempos en que era deportista... será porque tengo fobia a los tacones... o porque tengo pies de "bailarina" que me dijo el podólogo (un poco machacados...) pero me apasionan las zapatillas. Y cuanto mas raras mejor. Y cuantos mas colores, texturas y más díficiles de conseguir todavía mejor. Me lo paso pipa buscando esas "joyitas". Zgz no es el mejor lugar... pero Barcelona, Bilbao... Madrid, y alguna que otra tienda recién descubierta en Santiago de Chile son auténticos templos del tesoro. Hay a quien los períodos de tristeza se les pasan yendo de compras...Yo funciono más bien al revés... como me encanta hacerme auto-regalos, en cuanto algo sale estupendo, me regalo unos zapatos. O unas botas. O unas zapatillas.

Viene esto en función de algo que quiero agradecerle a Rojo. No sé quien es Rojo, pero me entran ganas de conocerla, lo reconozco, o al menos de saber en qué se mueve... aunque por lo que parece, es una experta viajera entre el realismo y el surrealismo. Supongo que por eso terminó cayendo por aquí. Da igual. Ella decía el otro día que le parecía apasionante caminar con mis zapatos. Maururu, Rojo, Maururu. Yo le conteste que intento, todo lo que puedo ir descalza. Allí, en Rapa Nui, era más fácil que aquí. Undo lo sabe. Yo le decía que era la mejor manera de entrar en contacto con el lugar, y así era... Era fascinante clavar mis pies en la tierra. Fascinante.

Pero había otra razón que os puede resultar muy práctica para los que terminéis yendo para allá. Les encantan los zapatos. Yo había leído que los Rapa Nui son una cultura que siempre se caracterizó por su amor a los sombreros. Cada vez que un barco europeo llegaba a la Isla (el primero, holandés, llegó en 1722 ) los Rapa Nui se lanzaban a por los sombreros. Literalmente. Y todavía lo hacen. Con la diferencia de que ahora, además, se lanzan a los zapatos.

Yo dejé unas preciosas sandalias allá. A cambio de una cena. El trueque es el pan nuestro de cada día, así que no lo olvidéis, si vais para allá, llevar mucho, mucho calzado. Allí os hará falta. Para todo menos para caminar.

martes, septiembre 19, 2006

LIRIOS



Anoche hablaba de un mal social que me entristece... muy frecuente, pero con el que puedo vivir... os lo aseguro. El secreto está en conocer (o tratar de hacerlo...) por qué el otro no comparte la felicidad de uno, y aunque diga que es por proteger, sigo pensando de que lo se trata es de protegerse a uno mismo... Son temas de psicología social, pura y dura psicología social.

Pero os cuento que hay muchas, muchísimas, cosas que me alegran... Me alegran las sorpresas, pero sobretodo por el detalle que implica el querer sorprender a otro... Me alegra lo espontáneo, lo fluido... Me alegran, por supuesto, los sueños que se cumplen... me alegra la alegría de los demás... y más me alegra la ilusión de los que quiero... Me alegra que la gente encuentre lo que busca.. o que encuentre algo que no sabía que buscaba... Me alegra estar viva, en definitiva, y me alegra, mucho que Él viva y haberle localizado.

Pero ayer, algo muy concreto, menos abstracto... me alegró el día.... y la semana.... y... Y no era fácil. Ayer era lunes. Mi primer lunes después de unas vacaciones extra-terrestres. Mi primer lunes de duro trabajo de clínica después de casi un mes. Lunes que amaneció con una fatal noticia. Una de las peores noticias que se puede recibir... y entonces, justo antes de que llegara el primer paciente de "la nueva era" sonó el timbre. Alguien pronunció mi nombre. Y dijo "le traemos unas flores". Lo primero que pensé "si yo no he discutido con nadie" (si antes alguna vez me habían mandado flores era por haber tenido una de esas ligeras riñas de parejas...) o "si no he dado ninguna conferencia/curso recientemente".... todo dentro de "pero si Él vive al otro lado del mundo"...

En cuanto ví las flores supe de quien eran. Lirios. Eran Lirios. Una docena de Lirios. Lirios. Mi flor favorita. Mi flor. Lirios. Y una nota escrita en español... y en Rapa Nui... Desde Rapa Nui. Maururu, Undo, Maururu...

Como no me voy a alegrar por algo así. Como no voy a alegrarme de estar viva. Como no...

Dime, pues... que te alegra a tí.. para alegrarme todavía más...

UN MAL SOCIAL...


Hay algo que me entristece… No demasiado, porque trato de que nada me apague demasiado (no siempre se puede evitar.. pero hay que intentarlo…) pero hay algo que me entristece. Yo lo llamaría un “mal social”… un “colateral mal social”, relacionado, muy probablemente, con la incapacidad de las personas (al menos en nuestro continente, a veces apasionante, otras veces rancio…) de reconocer su felicidad. Lo decía Bertrand Russell en La Conquista de la Felicidad… como que el ser humano se avergüenza de ser feliz. Si te encuentras con un viejo amigo al que hace tiempo que no ves y le afirmas “Pero que bien te veo!!” enseguida te suelta una retahíla de desgracias del tipo “si me hubieras visto hace solo dos días, estaba fatal”…. “buah, no tienes ni idea de cómo me encuentro realmente”… Claro, por regla general no somos capaces de decir aquello de “que mal te veo” (aunque alguno/as lo sueltan…) pero es que aunque lo que digamos sea pura honestidad, pura y positiva honestidad, los demás parecen no estar acostumbrados a reconocer su bienestar….

Pero me estoy yendo.. No es eso en realidad lo que tanto me entristece (lo hace, pero al fin y al cabo, tarea de cada uno es reconocer honestamente su estado de ánimo…). Lo que me mata, aunque trato de evitarlo pero me hiere realmente en lo más profundo, es la incapacidad de tantas personas por alegrarse realmente del bien ajeno… Me refiero a que comentes “Me han dado el trabajo” y tus amigos se alegren de verdad, y que en su fuero interno no piensen “a esta/e la/e han enchufado” “vete a ser a quien se ha ligado”…. Me refiero a que comentes “he conocido a una persona especial” y se alegren de verdad, por muy loca que sea la historia… y no te empiecen a decir “ya estamos, es imposible, no lo puedes saber tan pronto…” etc etc etc…

Es curioso… para mí las relaciones personales son pura energía. Positiva y Negativa. Hay veces que con ver a una persona ya puedes saber (que realmente es sentir) si vas a empatizar con ella o no… Si tu dices “Fulano/a me pone nerviosísima, no hay quien lo/a soporte”… tus “incondicionales” sin darle ningún tipo de oportunidad a ese/a tal Fulano/a le despreciarán… no le darán ninguna tregua, por muy subjetivo que sea tu criterio de enemistad. En cambio, si tu dices “me enamoré a primera vista” todos te dicen que eso es imposible… que eso no lo puedes saber, que es pura fantasía etc…

Y yo me pregunto… ¿Si puedes (re)conocer lo negativo a primera vista, que te impide (re)conocer lo positivo? No lo entiendo…

También pienso que el que una cosa no te haya pasado nunca, no significa que no exista. Puede que no sea muy diestra en esto del amor, pero creo ciegamente en él. Y ahora más que nunca. Puede que nunca haya visto llorar a un perro.. pero. ¿y si lloran de otra manera, imperceptible para nosotros? Puede que nunca hayamos visto a un muerto después de muerto.. pero, ¿y si está aquí, cuidándote?

¿Qué sabemos? Si en realidad no sabemos nada… Si en realidad solo somos sentimiento.

domingo, septiembre 17, 2006

CHASCONA


En el aeropuerto me di cuenta de que había olvidado el peine. El cepillo del pelo.

Una vez en Chile mis amigos se reían "pero peínate mujer"....
En una Casa Rapa Nui una dulce mujer de nombre Miel me sonrío al mismo tiempo que me preguntaba "¿andas peleada con el peine?"

En realidad era la vida en movimiento la que continuamente me despeinaba...

Ahí fue cuando Él me llamo "Chascona"...

Y yo no cabía en mi....

...Sigo sin peinarme...

jueves, septiembre 14, 2006

SIMBOLOS


Dice Cirlot que desde el punto de vista espiritual, el viaje no es la mera traslación en el espacio, si no la tensión de búsqueda y de cambio que determina el movimiento y la experiencia derivada del mismo. De hecho, estudiar, investigar, buscar... vivir lo nuevo intensamente, son consideradas formas de viajar... Para Jung los viajes simbolizan un anhelo de aspiración, lo cual es peligroso, puesto que parece tratarse de un anhelo no siempre saciado... Otras actividades que se consideran equivalentes a viajar son el volar, nadar, correr, soñar y por supuesto las ensoñaciones... Viajar se asimila a recorrer el ciclo anual, pero también, a tratar de evadirse de él.

Sigue diciendo Cirlot que el viaje no es nunca ni una huida ni un sometimiento, sino que es evolución.
El arquetipo del viaje es el viaje iniciático, la salida del laberinto, o la búsqueda de su centro.
En cierto modo, viajar es buscar....

El volcán, psicologicamente, es el símbolo de las pasiones, única fuente de nuestra energía espiritual, si es que acaso podemos domar las pasiones... o transformarlas. Otro importante sentido que se deriva de los volcanes es su esencia, donde en una larga fase de trabajo latente, contenido y oculto, sucede una brusca y terrible erupción. Se interpretó la erupción de un volcán como el resurgir de los Dioses... el día en que "el mundo está abierto".

Una Isla que es un triángulo. En cada uno de sus vértices hay un volcán. Cientos de gigantes de piedras que dan la espalda al mar. Pero dentro, entre esos vértices, entre esos gigantes, toda la magia del universo.

Termina el viaje. En unas horas cojo el avión de regreso a casa. Todavía hay mucho que "procesar", pero mientras tanto, entiendo, efectivamente, que es cierto que antes de partir buscaba.... buscaba algo que no tenía... algo que no había tenido nunca... pero que intuía su existencia...
Un perro que posa ante cinco moais abre la puerta a una nueva etapa de mi vida... y sin cerrar nada... Eran los cerrojos que se derriten de los que os hablé... las puertas que se abren...

Pasa... esta es tu casa, ponte cómodo..... viajaremos juntos por la magia de los símbolos...

martes, septiembre 12, 2006

LAN 842

Va de aviones, este viaje... o de compañeros de viaje... mejor dicho, compañeros de vuelo, ya que compañeros de viaje es un título que al menos en mi vida, aparece con el cártel de reserva...
En Lan 705 fue un escritor que luego aparecía en los lugares mas curiosos de Santiago de Chile... después fue el magnífico vuelo Lan 841, con Ju&Ju... con Él... e incluso con alguno de los hijos de Pascual... con aterrizaje y llegada televisada y todo...
El sábado le tocaba, o me tocaba sorpresa, con el vuelo Lan 842.
Después de toda la inmensidad vivida, después de recordar que ese viaje que planteaste realizar sola, durante diez días, en el lugar mas aislado del planeta, pensando que así podrías centrarte un poco... quizás reestructurar con ayuda de los moais ciertos pensamientos.. y darte cuenta que NO has estado (ni mucho menos te has sentido) en absoluto sola, piensas que lo mejor que puede pasarte es regresar sola a la realidad (para eso elegiste ventanilla) procesando todo lo vivido... pero, como siempre, la vida piensa que lo mejor que puede pasarte al regresar del viaje de tus sueños es otra cosa (lo era antes de hacerlo, y lo es ahora por méritos propios...) y te reserva un especial compañero de viaje...
Subes con sentimientos encontrados al avión. Él se ha ido, pero luego sabes que te ha estado observando... A lo largo de la pista te despides, al menos, de tres personas, tres amigos, que son de la Isla, que se quedan allá y te dicen pero... ¿y si te quedas?... Regalas a uno de ellos otro collar, pero como no eres de allí tu lo regalas de madera... y, haciendo gala de una fuerza que no posees, subes al avión, te sientas, la última... mientras el asiento de tu lado es el único que queda vacío. No has sido la última... el último en subir ha sido Moko Mae.
Lleva una pluma en su coleta, los ojos pintados y como pendientes dos cordones con dientes de tiburón. Son símbolo de respeto a uno mismo... me dice... y muchas cosas se me pasan por la cabeza... una de ellas es que, afortunadamente, he conseguido llegar a un punto de mi vida en el que me respeto sin llevar tiburones ni cordones en las orejas... eso sí, siempre llevo flores.. y espirales.... Taka Taka en Rapa Nui.
Moko Mae, el bailarín mas famoso de la Isla al que todos piden autógrafos... el tatuador de un lugar en el que tatuaje trasciende como mero elemento decorativo para convertirse en un auténtico símbolo vital... me explica muchas cosas de los tatuajes, las cuales le agradezco... incluso, partiendo de lo que sabe que es importante para mi, me "tatúa" con un bolígrafo la mano y la muñeca... aunque los dos sabemos en que parte del cuerpo está ya lo imperecedero, lo irreversible...
Aparece como una persona sensible, que me avisa de su pánico a volar en los aviones. Dame la mano, le digo... a él le tranquiliza, y a mí mas me tranquiliza porque se que esa mano, cualquier día de estos, regresará a la Isla y quizás le tatúe a Él... me tranquiliza porque pienso que salgo de la Isla por la puerta grande... en el mismo avión que otras cien personas pero de la mano de un protagonista de la vida isleña.... me tapa mientras duermo, me protege, y es, la décima persona del día que me dice que me espera en su casa....en la Isla...
La vida es cuestión de prioridades, y tengo muy claro a la casa que volveré... pero mientras tanto, sigo sintiendo que el lugar más aislado del planeta es el lugar mas hospitalario del planeta...
Desde entonces, aquí en Santiago... dedico los días a escribir y las noches a "compartir"... Pasado mañana tomaré el vuelo Lan 704. Y sigo expectante con mi existir.... aunque a ratos no se donde mirar... si al este, o al oeste..si al polo norte, o al polo sur...
... en los dos polos está mi vida.

SABADO. ÉL y RANO RARAKU ....

El sábado es mi último día (al menos de este mi primer viaje a Isla de Pascua....) y es justo el día en el que descubro.. en el que encuentro... mi lugar en el mundo... pero esa es otra historia... que os contaré en otro momento...
Algo temprano, vamos al aeropuerto a facturar las maletas, y así, sentirnos un poco mas libres... Me avisan de que el avión viene con retraso, y eso es maravilloso... Tengo una hora mas. Una hora mas para disfrutar de este maravilloso lugar. Una vez libre, decidimos ir a Rano Raraku, el lugar que más me fascina... la "guardería" o cantera de Moais, donde empecé mi viaje acudiendo a una ceremonia y donde acudo, sin saber que seré yo quien protagonice otra ceremonia...
El aire es extraño... Toda la felicidad del mundo, la ilusión... el agradecimiento... se bañan con una tristeza silenciosa que nadie atreve a enunciar en voz alta... aunque los ojos nos delatan, cuando brillan de forma opaca, cuando la voz parece quebrarse... cuando el aire parece que no es suficiente ni siquiera para un susurro... Trato de sonreír, de ser tan feliz como me siento... porque los últimos díez días han sido una vida dentro de mi vida (fue profética la frase con la que me despedí y con la que comencé el viaje....aquella que decía...Un viaje es una nueva vida, con un nacimiento, un crecimiento y una muerte, que nos es ofrecida en el interior de la otra. Aprovechémoslo... uff...) y parece que ahora me toca morir... y es entonces cuando me sirve todo lo que he escrito los últimos meses acerca de la muerte, y entiendo que el morir no es un final, que es un cambio... un estado liminal.. un nuevo espacio temporal en el que ya nunca más seremos lo que hemos sido hasta ahora y que nunca jamás volveremos a ser...
Vamos al Rano Raraku... estamos solos.. Completamente solos. Una pareja aparece a lo lejos, sonríentes... No me llama la atención porque allí todos sonreímos... hacia dentro, pero sonreímos.. pero me quedo de piedra,exactamente como los trescientos moais que nos rodean, cuando Él me dice que la que baja es su tía. Su tía. Que tiene su apellido. Teniendo en cuenta que Él no es Rapa Nui,que es de la capital, el susto es grande!
Una vez nos quedamos solos, es cuando en el lugar de mis sueños protagonizo una ceremonia. Es una ceremonia de despedida... pero teniendo en cuenta que en este lugar Hola y Adiós se dicen exactamente igual (Iorana), se me está invitando a volver... Y así lo haré.
Al llegar, la costumbre Rapa Nui es regalar un collar de flores al recién llegado, un collar que simboliza lo perecedero al mismo tiempo que lo bello y la riqueza del lugar. Al irse, la costumbre es regalar otro collar... pero de conchas marinas, eternas, infinitas.... como, sin duda, el recuerdo que queda de este lugar... Desde ese instánte, visto un nuevo collar... Imperecedero.
De camino al aeropuerto solo nos encontramos caballos. Caballos. Y pienso que no me importaría ser uno de esos animales salvajes, que campan a su gusto en un lugar como Rapa Nui, y quedarme ahí... pero deshecho la idea... si fuera un caballo no podría sentir todo lo que estoy sintiendo...
Me cuesta mucho subirme al avión. De hecho creo que soy la última en hacerlo. Pero no, soy la penúltima... aunque eso solo lo sabré mas tarde, cuando me ubique en mi asiento.
Iorana, Rapa Nui.
Iorana, Undo...

VIERNES. AHU AKIVI, MOKO MAE... Y ANAKENA

La noche del jueves me robaron los últimos pesos que me quedaban... teniendo en cuenta que aun me quedaban algunos días aquí en Chile dedico la mañana del viernes a solucionarlo... lo que no es fácil. Aquí el banco no admite Visa, así que sacar dinero se convierte en toda una odisea, que como todo aquí, enseguida se resuelve. Mientras tanto, Él sigue acompañándome. Me sonrío por dentro y me digo que es verdad... que no estoy sola. En absoluto.
En el banco conozco a un Rapa Nui pelirrojo, lo que es, a la vista, una cosa bien extraña... y me encuentro a Moko quizás seis, o siete veces a lo largo de toda la mañana. Es curioso, porque la noche anterior también estuvo en el Topa Tangi (el único pub del pueblo/ciudad...) porque el día anterior el bajaba del Poike cuando nosotros subíamos... y porque me lo habían presentado casi cada uno de todos los días que estuve en la Isla... Digo que es curioso porque mi cita con él, con Moko, es a las dos de la tarde... parece como que llego tarde, pero él también... pero más tarde, ninguno de los dos faltará a la cita...
Moko es el bailarín de la Isla. Digo "el bailarín" porque aunque allí todos bailan nadie lo hace como él.
Hacemos tiempo yendo a Ahu Akivi, o los Siete Sabios. Los únicos moais de la Isla que están en el interior, pero que además, miran al mar. Son los Siete Sabios que localizaron la Isla que un Rey soñó, y que miran al Mar, hacía la otra Isla desde la cual los Rapa Nui llegaron a Rapa Nui... Redundante, verdad? Pero interesante...
Acudo puntual a mi cita con Moko y desde ahí, cuando hemos terminado lo que teníamos que hacer, decidimos ir a Anakena, al lugar en el que precisamente el Rey desembarcó en cuanto llegó a la Isla que había soñado y que los Siete Sabios encontraron. Cosas de la vida... regalos del firmamento, estamos solos.No hay nadie más. Otros siete moais, que esta vez nos dan la espalda... dándonos intimidad. Y me río. Me río muchísimo. Me da igual que me duela la cara de reirme, porque no paro de hacerlo. No puedo parar. Bailo sobre la arena. Él se sube a una palmera. Milagrosamente, ningún coco nos ataca, y sacamos unas fotografías memorables de un día memorable...
Y digo un día memorable sin exagerar... De hecho, para mí, ese día quedará marcado en el alma y en la piel. Él me tatúa el alma, el recuerdo y alguna otra víscera que no termino de ubicar. Moko Mae es quien me tatúa la piel...
Es viernes, y ese día es el día en que muchas de las cosas que me pasan, me pasan por primera vez en la vida. O que hago por primera vez en mi vida. Me siento como una recien nacida. Con experiencia, pero iniciando... Me siento como quien se sienta por primera vez en el jardín de su casa, o desde el salón, abre una puerta que no cerrará fácilmente....
Me siento expectante...

lunes, septiembre 11, 2006

JUEVES.... LLUEVE, PERO SOLO FUERA...


Es lunes pero escribo del jueves.... Vivo en el presente pero antes debo asimilar el pasado... Un pasado tatuado en la piel, un pasado tatuado en el alma que hace de mi presente algo brillante.. algo mágico, un todo ilusionado...
Del martes al jueves mi vida da un giro de 180 grados, pero en realidad, en la Isla, parece que solo son las nubes quienes se mueven. Allá arriba, el miércoles, en el Poike, lo hablo con Él, y se lo digo... pero mira las nubes, que deprisan viajan... me mareo....
Pienso que Él piensa que soy muy floja... por la mañana me dan vértigo las nubes... Por la noche me da vértigo la ladera del Rano Kau.y temo caerme del mundo... mientras tanto, yo empiezo a preguntarme si no es Él quien me da vértigo...

Es fácil reirse. En la Isla continuamente pasan cosas que hacen reir. Le cuento lo que me pasó el martes, dentro del Rano Raraku... cuando después de bañarme (sentí la imperiosa necesidad de bañarme, de bautizarme, en el cráter de un volcán....) subiendo la ladera interior del volcán con Miru, estando solos, absolutamente solos... un extraño (y algo perdido) fotógrafo belga me pide que pose para una revista belga leyéndola ligeramente apoyada en un Moai. Surrealista, o tremendamente hiperrealista... Uno (otro) de los grandes misterios de este viaje... El fotógrafo viaja alrededor del mundo, haciendo fotos del periódico en lugares memorables... Algo así como el gnomo del padre de Amelie... pero en periódico... Me siguen considerando una local... una pascuense... y eso es lo que más nos hace reir... En el fondo, también yo siento haber regresado a casa...

Llueve mucho. Aquellos japoneses no saben donde esconderse de la lluvia. Les metemos (a ellos y a sus bicicletas...) en su tractor, que también es ya un poco mío... No hablan nada parecido al español, ni inglés... aunque el japonés lleva una camiseta del Real Madrid. Pienso, aunque no digo nada, en lo pequeño que es el mundo...

Por la noche bailamos. A mi me roban el dinero. Pero es solo dinero. Están pasando cosas, muchas cosas, que nadie podrá robarme jamás... porque quedan dentro de mi... porque mi hombro las celebra, bailando, porque mis ojos no pueden dejan de brillar... porque estoy en Isla de Pascua y he encontrado lo que no sabía que buscaba...algo que no sabía que había perdido... y me siento como nunca antes me había sentido...

viernes, septiembre 08, 2006

6/9/06 MIERCOLES. POIKE - MAHINA


Aunque el blog dice ocho, yo todavía estoy en el 7 de septiembre... Hay ocho horas de diferencia con España... y bueno, hoy que llueve a mares (así que hoy tenemos mar al norte, al sur, al este, al oeste y hasta en el centro....) pongo al día este diario, libero un poco las emociones (es lo que implica compartirlas...) y me preparo para lo que la vida quiera regalarme (mas... porque lleva una racha que no para de hacerme regalos...)
Digo que es siete de septiembre, aunque yo creo que todavía vivo en el seis del nueve... un día que me cuesta abandonar....
Bien puntual, nada sudamericano, Fernando acude a recogerme a la hora fijada... No tiene un auto... tiene un tractor! No, ahora en serio... tiene una furgoneta maravillosa, blanca, que nos permite ir sin problemas por los caminos imposibles de esta Isla. ¿Dónde vamos?me dice.... No sé, digo.... Vamos al Poike, dice... Y ahí es cuando me sonrío, porque es el único rincón de la Isla que me queda por conocer (esto es pequeñísimo...) y que estaba planeando como llegar.... Subimos el cerro, el segundo mas alto de la Isla... El desnivel es solo de 300 metros, pero teniendo en cuenta que se trata de treparlo, es dura la subida. Pero eso sí, la vista es impresionante... El sol nos quema. El viento nos hace volar. Es, sin duda, fantástico... Encuentro en Fernando una persona bien interesante... un arquitecto chileno que se viene por un año, quizás dos, a vivir a la Isla. Tiene un montón de ideas no necesariamente ligadas a la arquitectura, pero muy interesantes.... Le deseo lo mejor.
Por la tarde nos separamos. Se pierde una impresionante puesta de sol... pero claro, es que él no está aquí de vacaciones... yo sí. La noche nos junta de nuevo. Pisco Sour y ceviche. Nuestra discusión es si ceviche es con v o con b. Con b larga o con b corta, me corrige.... Me lo estoy pasando bien... muy bien. Pero él tiene una sorpresa para mi. "Monta en el auto" me dice... y
el sube con unas cervezas... ¿Dónde vamos?, pregunto, expectante.... porque seguro es algo bueno... Y subimos al Ranu Kau, un lugar fascinante.... Teniendo en cuenta que hay luna llena, no hace falta que os cuente como es aquello...
Tengo que agarrarme. De pronto he sido consciente de la esquina del mundo en la que estoy sentada... muy abajo, en este globo que es la tierra.... y me entra un pequeño vértigo... porque estoy tan bien, que no quiero caerme del mundo.... No, ahora no...
Maururu, compañeros.....

AEROPUERTOS


Muchas de las cosas que me han pasado en este viaje empiezan en los aeropuertos... El sábado, Ju & Ju se marcharon. Y en principio, me quedaba sola... pero este lugar es lo que tiene... que es el lugar mas aislado del planeta pero es el lugar en el que menos sola me siento... y en el que menos sola estoy...
Los días que hay avión todo el pueblo parece concentrarse en el aeropuerto. Es como una manera de ver quien se va, de ver quien llega... no sé... Pero cuando marcharon mis amigos todo el mundo estaba en el aeropuerto... Estaba Rodrigo, un loco que se empeñó una noche en regalarme una estrella... estaba JuanFe, con quien bailé dos noches antes en el TopaTangi y con quien hubo mucha "¿energía?".. estaba Pascual, por supuesto... y estaba Fernando...
La historia con Fernando es bien extraña, como tantas otras cosas de este viaje. A Fernando le ví también en el aeropuerto de Santiago... viajaba con un misterioso objeto blanco (que ya he desvelado...) y una guitarra... pero ya en la Isla le ví la noche del jueves cenando, después bailando, el viernes me lo encontré en un lugar que ahora no recuerdo... el sábado estaba de nuevo en el aeropuerto... esa misma noche cenamos en el mismo sitio... pero no fue hasta el domingo, mientras me concentraba en la puesta de sol de Ahu Tahai, que se acercó y me dijo "Hola"... Ni nos presentamos. Nos conocíamos... no se desde cuando, pero nos conocíamos... pero digo que él es otra historia... entre el sábado por la mañana en el aeropuerto, cuando el pensaba que yo me volvía... y yo con la mirada le dije que me quedaba... hasta el domingo que me saluda, o hasta el martes que nos volvemos a encontrar y llega el miércoles pasa una vida... JuanFe es el culpable, que me lleva a bucear, que damos la vuelta a la Isla y la deshacemos en el coche que Pascual nos ha prestado... cenamos un rico asado con él, y el lunes... vuelta al aeropuerto a despedirle. Y ya van dos. Pascual me dice que parezco isleña, y me sorprende, porque no es el primero... ni el último. Si la despedida del sábado la engancho con JuanFe, la del lunes la engancho con Pascual. Nos volvemos del aeropuerto, él, su hija, y yo.. los tres, en la moto. Ahí es cuando me presta la genial bicicleta que me regala unos momentos maravillosos en esta Isla... y unas agujetas tremendas, claro...
El martes Miru me lleva a ver las cuevas de esta Isla. Tremendas... Impresionantes... No tengo conciencia en mi retina de haber visto nunca nada parecido... Me enseña muchas cosas de la Isla, me habla del respeto ancestral a los Moais, de la conciencia de uno mismo y de los Aku-Aku... Me enseña los lugares donde pesca, y como pesca... me habla de mareas y de lunas... Me explica que estos días no puede salir a pescar, porque la luna está casi llena... del peligro de las rocas, de la apnea y de donde hay que limpiar lo pescado... Me resultan fascinantes sus lecciones.
Llegamos al pueblo.. . o a la ciudad, porque llevo aquí ya mas de una semana y esto aun no sé muy bien que es... y nos despedimos. Pascual me ha invitado a cenar y a su espectáculo. Ahí, en su casa, es donde veo llegar a Ju & Ju desde el avión... me tomo una cerveza (él solo toma de jueves a sábado... pero tendríais que verlo! ) y su hijo (ejem... uno de ellos... digamos que tiene algo así como dos docenas de hijos...) Tai, toca el ukelele y me enseña unas fotografías alucinantes de la Isla. Bajamos al baile, me quedo impactada de verles bailar... pienso que tienen (ellas) una vértebra que al resto de las mujeres del mundo nos falta y que por eso no podemos bailar como ellas... y nos vamos los cuatro a cenar. Me miran raro los demás (pero pocos) turistas de la Isla y no lo entiendo... hasta que me doy cuenta que Tai no se ha vestido... que baja con su coleta, su tocado de plumas, sus tatuajes, .. .vamos, que va de Rapa Nui de libro... Nos zampamos una pizza rica rica... y entonces Fernando, aparece de nuevo y me saluda... Con toda la naturalidad del mundo me dice... "oye, tengo auto... y si te recojo mañana y nos damos un paseo por la Isla?".... Yo acepto, porque la Isla te enseña cosas... y una de esas cosas es que hay que dejarse llevar....
Así termina el martes.
Y yo ya he comenzado una relación profunda, fantástica, e irremediable con esta Isla...

JU & JU (& JU). LAN 841

Juan y Julia son los "segundos" compañeros de avión de este fantástico viaje. Primero fue el escritor, y después llegaron ellos. Me fijé en ellos en el aeropuerto de Santiago, cuando esperábamos para embarcar. Me parecieron chilenos y me inventé que estaban de luna de miel. Después, una vez en el avión, ellos ocuparon, si mal no recuerdo, los asientos 33 a y b y yo, 32 a. Fueron mas de cinco horas de vuelo, y no fue mas que al aterrizar cuando me di cuenta que eran españoles! ... Hablamos un rato y nos separamos. Quedamos en buscarnos... pero nadie nos dijo que nos encontraríamos... sin buscarnos. Porque una de las lecciones de esta Isla, es que aquí no se puede planear NADA. Absolutamente Nada... porque todo fluye... porque fluir es el verbo mágico de esta Isla.
Mi primer día acá lo conocéis... Ceremonia, lechuga y Rano Raraku mientras Miru baila. El segundo día, amaneció lloviendo. Fui al museo de Antropología, para cobijarme del agua. Cuando cerraron el museo me senté en unos porches, a decidir mi próximo destino. Entonces, llegó un coche algo desonrientado (el museo está a las afueras y cerrado...) y eran ellos, Ju & Ju, así que me montaron, como la tercera Ju, y desde ese instánte, no nos separamos... hasta el sábado. Fue un día fantástico... sol, lluvia, sol y lluvia. Tres desconocidos que comparten lo que compartimos pasan a ser, al menos, hermanos... A los tres nos emocionó el silencio, la magnitud, del Ranu Kau.. el atardecer desde Orongo y el atún del Te Moana... Bailes en el memorable Topa Tangi.. el pub local... Fantástico... Volamos juntos en el Terevaka y bueno... Julia nos invitó a un inolvidable arroz con salchichas!
Ellos ya se fueron.. hace mucho que se fueron... de hecho, una Ju está en España y la otra prepara su maleta.. mientras, yo sigo aquí, enamorándome de este lugar a cada instánte... El sábado fui a despedirles al aeropuerto... y allí mismo JuanFe me ofreció su hospitalidad peruana, y empezó con él otro viaje dentro del viaje... hasta que JuanFe se fue, el lunes, y empezó otro viaje dentro del viaje hasta antes de ayer... que empezó otro viaje de la mano de Fernando, un santiagueño que también viajó con nosotros en aquel avión, Lan 841, pero que ha venido a vivir aquí... Pero con él empieza otro capítulo...
El otro día, mientras Pascual cosía los trajes para la actuación de por la noche, allá en su casa, echaron en la tele la llegada del vuelo Lan 841 del miércoles 30 de Agosto de 2006. El avión venía lleno de estudiantes militares rapanui que volvían a la Isla después de un año. Desde el sofá de Pascual vi descender por la escalera del avion a Ju & Ju, quienes comenzaban dos viajes, quizás mas, en su aparente viaje a Isla de Pascua... dos viajes interiores que espero les lleven donde merecen... ellos ya me entienden... Me hizo gracia ver sus caras al llegar... Porque nada tenían que ver con las caras que marcharon de aquí. .. sé que estoy destinada a lo mismo.. pero verles llegar, verles irse... me dió pistas de hasta que manera este lugar puede marcarte...
Iorana.

martes, septiembre 05, 2006

MAURUU´RU


Sigo dejandome llevar... dejándome querer por el universo... "regalonomeandome" como dicen por aquí... Se me agolpan las palabras, las aventuras, en las yemas de los dedos y no se por donde empezar... tengo que contar tantas cosas, hablar de tantas personas... que si sigo el orden cronológico, puedo dejarme muchas cosas en el camino... Da igual, están dentro de mi... eso lo se.. porque es este es, como es decía, un viaje hacia dentro. Aroto es la expresión rapa nui. Decir que todo fluye sería quedarme corta... Aun no he planteado mis deseos en voz alta que ya se me han cumplido. Pienso entonces en Amaia y en su tapiz de sueños... y desde aqui no puedo dejar de sonreir con ella. Creeros que hoy, que ya llevo seis días aquí, es el primer día que he estado sola. El primero. Y he decidido dar la vuelta a la isla. Sola. En bicicleta. Impresionante, como todo aquí. Solo me he cruzado con caballos... Anakena, estaba vacía... Ovahe, vacía... Es increíble estar en estos lugares y que estés tu sola al llegar... Se están abriendo muchas ventanas interiores. Se me están fundiendo cerrojos personales... Desde aquí, darles las gracias a Juan y a Julia, que me salvaron de la lluvia, me montaron en su coche y compartimos lo que compartimos.... (escribiré de todo ello... pero ahora me espera la puesta de sol aquí...) Gracias a Juan F.... el "loco" que viaja solo pero con dos trajes de neopreno y dos equipos de buceo... y por elegirme a mi para volar sobre los coral brain de Ovahe... por ser testigo de los Arco Iris mas espectaculares que he visto en mi vida... también a él por presentarme a Pascual, el "jefe" de la Isla... que me ha prestado una bici y todo lo demás que pueda necesitar.... que es el mejor anfitrion que uno puede tener en esta Isla... A Pantu, que me hizo sentir como una gran dama cada vez que bajaba galopando con el caballo a buscarme.... y por llevarnos a caballo al lugar donde el mar es redondo y que me ha invitado a sus ensayos de baile típico, para que lo aprenda... . A Mariana, por sus desayunos y esas ganas de hablar.... a Miru, con quien voy a hacer canotaje, lo cual es un privilegio... por enseñarme las cuevas que me ha prometido y por buscarme nombre en Rapa Nui... Mauruu´ru ... así se escribe gracias en Rapa Nui. Y aun estoy en la mitad de mi viaje aquí.... Uff...

viernes, septiembre 01, 2006

IORANA


Iorana es la palabra Rapa Nui con la que se saluda... y con la que uno se despide... pero de momento, las despedidas no tienen cabida en mi vida... aqui solo vale lo que llega, lo que empieza, lo que se inicia, lo que entra... lo que sea, pero hacia dentro... porque este es un lugar hacia dentro, un lugar mágico donde pasan cosas mágicas, un lugar que no sabes si es el ombligo del mundo (te pito o te henua) o el final del mundo... Hay lugares en los que el silencio estremece, pero sin duda todos emocionan...
LLegué ayer, solamente ayer, y creo que de algun modo ya no puedo ser la misma... En el aeropuerto, una señora encantadora que no conozco (solo via mail) me espera sonriente con dos collares de flores... de flores violetas, casualmente.... me monto en su furgoneta y vamos al mecánico... no deja de ser curioso que una recién llegada, con collares de flores, inicie su visita en un taller mecánico. Una inmersión mas rápida no se me ocurre... me lleva a su casa, y me dice, cosa que me sorprende, que ella esos días no va a estar, que campe a mi gusto... que su sobrina vendrá a atenderme. Me quedo un poco extrañada... yo que justo elegí ese sitio para poder estar con gente de "acá". Al rato, cambia de opinión... "vete a dar un paseo por Ahu Tahai y ven a comer con nosotros", nosotros es su hermano, y mas personas... diría que sobrinos, pero aquí, en cuanto a alguien se le tiene aprecio se le llama "tío/a" así que no sé... Pienso, fíjate tu, en Frida Kahlo... la cual siempre defendía que su obra no era surrealista, si no hiperrealista... y pienso que lo que me parece surrealista es lo mas hiperrealista que he vivido nunca... ahí comiendo, recién llegada, con los primeros moais que he visto en mi vida en mi retina dando la espalda a un imponente océano... comiendo con cuatro personas que hablan un idioma que no entiendo... pero que me suena a música celestial... Al levantarse, el hermano de mi anfitriona me dice... "un cuarto para las tres estate lista, nos vamos si quieres Rano Raraku". Rano Raraku es el lugar que antes de ir, mas me impacta de la Isla... es un volcán, y de su toba se esculpìeron los moais (al menos, el 95%de ellos...) en la ladera, hay cientos de moais abandonados, como tirados, cada uno mirando para un lado... cada uno de ellos con una expresión diferente... y dentro, de la toba, hasta casi cuatrocientos moais antes de ser terminados... Vamos Jose, que es el hermano de mi anfitriona, que lleva 30 años viviendo en Nueva Zelanda, y Miru, un rapanui de mas o menos mi edad que no habla demasiado... Antes de llegar a Ranu Raraku, el coche se desvía... ¿Dónde vamos? pregunto... ¿No te había dicho...? Vamos a una ceremonia. Cuando un antropologo oye la palabra ceremonia, y mas en un lugar como Rapa Nui, tiembla. Y yo temblé. ¿Una ceremonia? Si... una boda. Se casa la hija de una prima.... Los ojos me hacen chiribitas... LLegamos, y Jose me presenta algunos de los invitados. Es todo extraño, pero no tengo tiempo de pensar en eso. No sé que hacer. Las personas mas mayores están sentados en un sitio... un grupo de mujeres corta lechuga. Voy con ellas. Me siento con ellas. Y corto algo de lechuga. Llegan los invitados... tocados impresionantes algunas de ellas en sus cabezas... y percibo que en este lugar las gafas de sol son una prueba de prestigio social. LLegan los novios... y Miru me insinúa que debemos marcharnos ya. Que empieza la parte mas privada. Lejos de sentir que se me interrumpe algo me siento agradecida, porque lo poco que he visto, que he vivido, ha sido tremendo.
Escalamos el Ranu Raraku, y Miru habla, ríe, pregunta... y descubro en él un buen guía. Un nuevo amigo. Atardece. Nos tumbamos en la ladera del Ranu, sin ninguna presencia, al menos humana, porque los moais si susurran su existencia. Anochece. Miru me enseña a bailar. A bailar como se baila en Rapa Nui. Bailamos. Jose nos recoge, y nos lleva de vuelta a Hanga Roa. Paramos en Tongariki. Quince imponentes moais dan la espalda al mar. Jose saluda, en Rapa Nui, a sus antepasados, y me enseña como hacerlo. Vamos a Anakena. Es de noche pero la arena blanca destaca... invitándonos a quedarnos. Decidimos que un día de estos iremos los tres en caballo, y que dormiremos allá. Subimos de nuevo al coche. Jose se bebe una cerveza, está feliz... hace tiempo que no está en casa y está feliz de estar ahí. Miru calla, pero también sonríe. Yo sonrío. Y de vez en cuando le recuerdo a Jose que estamos en Rapa nui, no en Nueva Zelanda, y que aqui no se conduce por la izquierda.... pero no hay coches, porque no hay nadie... algun caballo en medio de la calzada... pero no hay nadie, porque este sitio es mágico... es tremendo.
Eso fue ayer... y hoy ha sido, impresionante... Todo fluye en este lugar. Pero, seguiremos hablando... o seguiré escribiendo... me ayuda un poco esto a fijar las cosas... y de paso, me ayuda a recordar que no estamos tan lejos... no tanto.
Iorana.