Mi recuerdoteca personal tiene una habitación llena de libros... y con propiedades mágicas, ya que aunque parece llena, caben todos los libros leídos y los que me faltan por leer... e intuyo que no son pocos....
Mientras espero los consejos literarios de ese amigo tan especial que hice en un avión, tímido y espléndido por igual, de profesión escritor.... mientras me voy (re)haciendo de nuevo a la rutina de mi sofá, de mi manta de flores amarillas, bajo la cual viajo de nuevo esta vez montada en palabras ajenas, pienso en esos libros que te regalan veladas incomparables, inolvidables... y memorables..
Paseando entonces por este acogedor cuarto que es la biblioteca de mi recuerdoteca me encuentro con un tomo de un tamaño mayor a lo habitual, no demasiado grueso, y con una portada que invita al fluir de la propia vida. Harún y el Mar de las Historias. de Salman Rushdie.
Me hablaron de este libro en Chile, precisamente.... uno de esos amigos hechos en la cuneta de una carretera peruana. Arquitecto. Enamorado de Isla de Pascua. Tatuado en el tobillo por Moko... Como si tímidamente me anunciara este destino inevitable que acaba de cumplirse... hace ya muchos años de esta anécdota...
Busqué el libro y la primera sorpresa no tardó en llegar: La edición de Seix Barral es ilocalizable. Busca en el departamento de literatura infantil. ¿Salman Rushdie en Literatura Infantil?.... Y efectivamente, ahí encontré el ejemplar.
El protagonista de Harún.... es Rashid. Y Rashid es el padre de Harún. Rashid tiene un trabajo que le apasiona: Es Contador de Historias. Una especie de Sherezade, de cuenta cuentos... de psicólogo, de filósofo... Y de los buenos. Es buscado y admirado. Las historias de Rashid son incomparables. Pero un día, Rashid sufre una tragedia. Él, el creador, el contador de historias, el fantástico inventor de realidades, sufre en sí mismo la peor de sus historias.... Es abandonado.... por su mujer... aquella a la que ama tanto le abandona. Él, Rashid, el símbolo de la fuerza creadora, de la magia de las palabras, es abandonado por otro hombre, arquetipo del prágmatico, de una de estas personas sin fantasía, sin fuerza.. que desprecia precisamente aquello de lo que carece: Imaginación.
Los efectos son inmediatos. Su inspiración desaparece.... y Rashid, el contador de historias se convierte en un hombre vacío, incapaz de crear una sola palabra... repleto de tristeza... como si ésta fuera incompatible con la creación...
Harún decide buscar una solución.... aunque esa solución sea arriesgada. Aunque esa solución le implique viajar al Mar de las Historias... un lugar mágico, pero contaminado... que él, con la ayuda de divertidos personajes, descontaminará para que su padre, Rashid, vuelva a ser el que era... un contador de historias....
Harún viaja entonces a la Luna de Kahani a bordo de Abubilla, un ave mecánica.
Una vez en el Mar de las Historias Harún encuentra el Océano de las Corrientes de las Historias, formado por mil corrientes de mil colores... cada una de las cuales, aunque todas entrelazadas entre sí, construyendo un gran tapiz, representan y contienen una única historia, siendo así, este océano, entonces, la mayor biblioteca del Universo. Pero no todo es tan fácil... Cada historia tiene su antihistoria, una sombra que si se agrega a la historia original, la destruye. Tarea de Harun será entonces destruir el laboratorio creador de las antihistorias...
Hay pájaros voladores (aunque mecánicos), princesas de pelo largo y princesas con el pelo corto... inocentes y culpables. Buenos y Malos. Amor y desamor. Genios, y Océanos vivos...
Una mezcla de las Mil y Una Noches, la Historia Interminable y algo de Borges (sobre todo ese concepto de eterna biblioteca, o biblioteca infinita....).
Es este uno de esos libros para leer en otoño... en un sofá, acompañado y acurrucado en y por la persona a la que amas... y leerlo en voz alta... para volver a ser el niño que un día fuimos desde la conciencia del amor adulto y de la necesidad del mismo....
Mientras espero los consejos literarios de ese amigo tan especial que hice en un avión, tímido y espléndido por igual, de profesión escritor.... mientras me voy (re)haciendo de nuevo a la rutina de mi sofá, de mi manta de flores amarillas, bajo la cual viajo de nuevo esta vez montada en palabras ajenas, pienso en esos libros que te regalan veladas incomparables, inolvidables... y memorables..
Paseando entonces por este acogedor cuarto que es la biblioteca de mi recuerdoteca me encuentro con un tomo de un tamaño mayor a lo habitual, no demasiado grueso, y con una portada que invita al fluir de la propia vida. Harún y el Mar de las Historias. de Salman Rushdie.
Me hablaron de este libro en Chile, precisamente.... uno de esos amigos hechos en la cuneta de una carretera peruana. Arquitecto. Enamorado de Isla de Pascua. Tatuado en el tobillo por Moko... Como si tímidamente me anunciara este destino inevitable que acaba de cumplirse... hace ya muchos años de esta anécdota...
Busqué el libro y la primera sorpresa no tardó en llegar: La edición de Seix Barral es ilocalizable. Busca en el departamento de literatura infantil. ¿Salman Rushdie en Literatura Infantil?.... Y efectivamente, ahí encontré el ejemplar.
El protagonista de Harún.... es Rashid. Y Rashid es el padre de Harún. Rashid tiene un trabajo que le apasiona: Es Contador de Historias. Una especie de Sherezade, de cuenta cuentos... de psicólogo, de filósofo... Y de los buenos. Es buscado y admirado. Las historias de Rashid son incomparables. Pero un día, Rashid sufre una tragedia. Él, el creador, el contador de historias, el fantástico inventor de realidades, sufre en sí mismo la peor de sus historias.... Es abandonado.... por su mujer... aquella a la que ama tanto le abandona. Él, Rashid, el símbolo de la fuerza creadora, de la magia de las palabras, es abandonado por otro hombre, arquetipo del prágmatico, de una de estas personas sin fantasía, sin fuerza.. que desprecia precisamente aquello de lo que carece: Imaginación.
Los efectos son inmediatos. Su inspiración desaparece.... y Rashid, el contador de historias se convierte en un hombre vacío, incapaz de crear una sola palabra... repleto de tristeza... como si ésta fuera incompatible con la creación...
Harún decide buscar una solución.... aunque esa solución sea arriesgada. Aunque esa solución le implique viajar al Mar de las Historias... un lugar mágico, pero contaminado... que él, con la ayuda de divertidos personajes, descontaminará para que su padre, Rashid, vuelva a ser el que era... un contador de historias....
Harún viaja entonces a la Luna de Kahani a bordo de Abubilla, un ave mecánica.
Una vez en el Mar de las Historias Harún encuentra el Océano de las Corrientes de las Historias, formado por mil corrientes de mil colores... cada una de las cuales, aunque todas entrelazadas entre sí, construyendo un gran tapiz, representan y contienen una única historia, siendo así, este océano, entonces, la mayor biblioteca del Universo. Pero no todo es tan fácil... Cada historia tiene su antihistoria, una sombra que si se agrega a la historia original, la destruye. Tarea de Harun será entonces destruir el laboratorio creador de las antihistorias...
Hay pájaros voladores (aunque mecánicos), princesas de pelo largo y princesas con el pelo corto... inocentes y culpables. Buenos y Malos. Amor y desamor. Genios, y Océanos vivos...
Una mezcla de las Mil y Una Noches, la Historia Interminable y algo de Borges (sobre todo ese concepto de eterna biblioteca, o biblioteca infinita....).
Es este uno de esos libros para leer en otoño... en un sofá, acompañado y acurrucado en y por la persona a la que amas... y leerlo en voz alta... para volver a ser el niño que un día fuimos desde la conciencia del amor adulto y de la necesidad del mismo....
10 comentarios:
Tan raro como una naranja mecánica... "Durante el rodaje Kubrick quiso introducir algo en la película relacionado también con el título, la colcha de Alex tiene dibujos de naranjas.
El suicidio de Alex (Malcolm McDowell) se consiguió tirando la cámara desde un tejado. En el sexto intento la cámara cayó por delante, como se pretendía y el motor quedó intacto.
Durante la escena de la cena en casa del escritor, Kubrick varía deliberadamente el nivel del vino de las copas, para crear cierta sensación de desorientación en el espectador.
De todos es sabido el control absoluto de Kubrick en cuanto a la distribución y proyección que hace de sus películas, una de las anecdotas que cimentaron esa leyenda fue que en un cine de New York que proyectaba esta película tenía pintadas las paredes de blanco, lo que producía un reflejo molesto en la pantalla, al enterarse de esto, se encargó personalmente de contratar a unos pintores que pintasen la pared de negro.
Durante la secuencia en que Alex golpea a Mr. Alexander (Patrick Magee) Kubrick le dijo a McDowell: "Mientras le golpeas canta algo, lo que más te guste, lo que sea". Entonces McDowell empezó a cantar el celebérrimo Singin 'In The Rain (Cantando bajo la lluvia) ya que era la única canción de la que sabía la letra. Inmediatamente, Kubrick se puso en contacto con los propietarios de los derechos de dicha canción para evitar problemas legales.
La película fue autocensurada por el propio Kubrick al poco de estrenarse, ya que se rumoreó que una pandilla de gamberros había asesinado a una vagabundo mientras cantaban el "Sing under the rain" , imitando la película que habían visto. Solo hasta la muerte del director, los ingleses no han podido disfrutar de este film en sus cines.
Y el que esté contigo debajo de una manta que escriba un cuento, por favor..
Me parece que la manta es tan grande,que hay más gente incluso que la que tú misma crees.
Me permito recomendar a todos una antología de relatos de Yury Bradbra,titulada"La maravillosa muerte de Didley Stone",ahora que comienza a refrescar.Especialmente la historia"El país de octubre".
"... donde siempre está haciéndose tarde. El país donde las colinas son niebla y los ríos neblina; donde el mediodía pasa rápidamente, donde se demoran la oscuridad y el crepúsculo, y la medianoche no se mueve. El país que es principalmente sótanos, subsótanos, carboneras, armarios, altillos y despensas alejadas del sol. El país que habitan gentes de otoño, que sólo tienen pensamientos otoñales. Gentes que pasan por las aceras desiertas con un sonido de lluvia..."
No sé a qué país pertenece la niña que esta semana se quedó perpleja al contemplar la imagen de un buitre leonado posado sobre un coche en mitad de la ciudad,en un aparcamiento.No sólo la pequeña sintió curiosidad por ver al buitre fuera de su entorno,sino que éste también permaneció un buen rato contemplando el trajín de gentes y vehículos.Ni los ruidos ni el bullicio alteraron su tranquilidad por unos momentos,un tiempo valioso que permitió a esta pequeña enamorada de las aves hacerle una fotografía.Sus padres avisaron a la Policía y al Seprona,pero al cabo de unos minutos el buitre echó a volar hasta los tejados del edificio de una residencia de la tercera edad.
No sé a qué país pertenece,pero podría estar perfectamente debajo de tu cálida manta.Y el buitre,y los coches,y los ancianos,la policía..¿Tú has visto lo que hay debajo?
Hiperconexión!Con los millones de personas que pueblan este mundo,que haya tres que coincidan en algo tan complicado como ser lector de este blog y,al mismo tiempo,conocer a Moko,es,cuanto menos,inquietante.El tercero soy yo,y no lo encontré en la isla,sino en las fiestas patrias que celebré en Viña el mes pasado.Hablé con él,pero no supe quien era hasta releerte,no pude imaginar que era el mismo hombre del que nos hablabas,habiéndolo dejado allí en Pascua.Hasta que caí.Había vuelto contigo!
Dudaba, pensaba que esto era un blog hecho de invenciones,pero ahora sí que me creo que tu chico está tatuado.No sé,es tan increíble.Allí bailando con Los Jaivas..y lo conozco,cosas de mi polola,que se fué de cabeza hacia él en el restorán a darle una buena conversada.no apuesto ni carajo a lo que nos puedas contar.Wow!Ultra Violet al cuadrado!
Iorana entonces a mi blog, Guillermo... Puede haber muchas maneras de escribir, pero te aseguro que nada de lo que se cuenta es inventado. Ni nada, ni por supuesto nadie.
Me entristece cuando alguien me pregunta si Undo existe... o cuando me dicen que cuanta imaginación. Yo no imagino, yo vivo.
Efectivamente, Moko y yo vinimos juntos en el avión. (Léase post correspondiente...) precisamente porque el 24 de septiembre, Sábado... en Viña, el bailaba con Los Jaivas. Te suena no?
Quien sabe... si vives en Santiago tal vez nos hayamos encontrado. Yo estaba en Providencia, y te aseguro que las machas a la parmesana del Liguria (el de Tobalaba) me fascinan.
Es pequeño, el mundo...
Te sorprendería saber que hasta es probable que conozcas a Undo...
(por cierto, él no está tatuado.. al menos todavía... la persona que digo que me hablo de Harún.. que esta enamorado de la Isla y que también pasó por las manos de Moko es mi amigo...y que en cierto modo señalaba mi destino es uno de mis amigos chilenos....)
perdon! el bailaba el 16!! el 23 era el día que regresaba a la Isla! jeje
No comments.Me gusta harto esto.Undo?vecino?sus hijos van al mismo jardín que el mío?dinos ya quién carajo eres!
qué clase de sushi ha comido usted?
Tómese un helado y sáquese el invierno de encima.
el Luguria es como mi segunda casa,pero el de Luis Thayer Ojeda con Providencia,salvo que también viajes en el tiempo,algo verosimil si anda usted por medio.qué me dices del queso de cabra fundido con rúcula y anís ?
sabes que dieron en canal 13 un especial de Los Jaivas en la isla?lo grabaron en mayo y me lo perdí.lástima,seguro que salió nuestro Moko,un Rapa Nui dentro de los Rapa Nui.qué manera de eclipsar a los gigantes llenos de carne!
Guillermo, los hijos de Undo todavía no han nacido, pero sus ojos si pueden mirar el mismo cerro que tu... cuando está en Santiago, claro...
Almorcé en el Liguria que dices el día de mi vuelta a España. Es uno que es muy, pero que muy, grande?
Dentro de unos meses estaré en Santiago, paseando con Undo, y almorzando unas Machas. Quizás nos veamos entonces...
Pues nos vemos,si estoy por la city.
Sí,es el Luguria enorme,siempre hay gente esperando.
chaooooo
Cómo podría conseguir el libro de Harún y el mar de las historias? Parece imposible en seix barral ¿podrías echarme una mano? Te lo agradecería.
Saludos.
Pedro
(Madrid)
pecuchet@teleline.es
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