martes, octubre 24, 2006

NOSCE TE IPSUM


¿Tu te conoces? A tí mismo, quiero decir... ¿Te conoces? No me refiero a que si te vieras por la calle te reconocerías, como le pasó a Papini en un estanque o a Borges en un banco en un parque. ¿Te conoces de verdad? ¿Realmente crees saber como actuarías en una situación determinada? ¿Ah si? Mmmm, interesante.... ¿Realmente sabes lo que harías si un huracán se llevara tu casa, tus cosas, por delante? ¿Crees saber como reaccionarías si ahora te dijeran que te queda un mes de vida? ¿Y si de repente recibieras noticias de un/a ex pidiéndote algo que eres incapaz de dar, menos todavía en un momento, en el que ya te has reconstruido? ¿Y si tuvieras que dejar de hacer por una abrupta lesión lo que más te gusta, lo que más te llena, donde mejor te sientes? ¿Y si tuvieras que tomar una decisión de esas, cruciales, importantes, de esas que son como un tren que como bien sabes, solo pasa una vez en la vida? ¿Y si alguien que fue tu amigo, tu gran amigo, ahora se inventa peleas fantasmas que te amenazan con un incómodo juicio? ¿Y si fueras al fin del mundo a encontrarte, y te encontraras, si, pero dentro de otra persona? ¿Y si ese número de lotería que llevas en la cartera estuviera premiado? ..... ¿Y si... infinitas posibilidades....?
Ilusa de mi, otra vez, creía conocerme. Creí conocerme aun un poco más en cada viaje, en cada aventura... Creí conocer mis puntos fuertes, mis puntos débiles... y hoy, precisamente hoy, justo hoy, me doy cuenta que apenas se nada de mi misma. Sé que me gusta leer, que me apasiona el movimiento, que soy curiosa... pero... ¿y que más? Creo que la culpa es de tantos años huyendo de los espejos. He estado demasiados años dándome la espalda... y ahora que he de mirarme a los ojos y decirme "adelante, J."... No encuentro mi mirada.
Conócete a tí mismo, Nosce te Ipsum... Nosce Te Ipsum...
... El laberinto empieza precisamente ahí...

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Muchas veces es el miedo a lo que nos podemos encontrar lo que nos impide mirarnos más a menudo en el espejo... Pero a pesar de ello yo te animo a que te mires... encontrarás muchas cosas buenas... y lo sé porque me las transmites, aunque sin proponértelo siquiera.
Por lo que dices te conoces bien Tot, sabes de tí muchas más cosas que la mayoría de la gente que conozco...
Además creo que es bueno y hasta sano dejar cierto margen a la incertidumbre. No solo respondemos a las ituaciones por cómo somos; sería demasiado fácil predecir "qué ocurriría sí...". También nos influye como estamos en ese momento, cómo están las cosas a nuestro alrededor, como están los demás... Por eso el laberinto es laberinto...
Un besico...

Anónimo dijo...

"Del mismo modo,el mundo no es simplemente la suma de cosas que existen en él,la red infinitamente compleja en que estas cosas que existen en él,la red infinitamente compleja en que estas cosas se conectan entre sí.Como en los significados de las palabras,los objetos cobran significado sólo en su relación con otros objetos."Dos caras son parecidas-escribe Pascal-,y aunque ninguna de las dos sea graciosa por sí misma,su similitud nos hace reír."Las caras riman a los ojos,así como las palabras riman al oído.Para llevar estas conclusiones un poco más lejos,A.cree que es posible que los hechos de la vida también rimen."
Me he equivocado al copiar,me he dado cuenta al leerlo,pero no pienso borrar nada."Cuando escribo mis pensamientos a veces se me escapan;pero esto me hace recordar
mi propia debilidad,que olvido continuamente y me enseña tanto como mi pensamiento olvidado,pues sólo lucho por reconocer mi propia insignificancia"(Pascal).No me conozco,por eso me miro al espejo;no sé quién soy,ni quiero saberlo,hay que olvidarlo,hay tanto por conocer..."Los pensamientos vienen y se van de forma caprichosa.No existe ningun sistema para contenerlos ni para poseerlos.Se ha escapado un pensamiento que yo estaba tratando de escribir;entonces escribo que se me ha escapado"(Pascal)Mirándonos a los ojos nos suena algo,algo que tiene que ver con el mundo.No te parece?
No volveré a leer más del libro que he comprado.No volveré a leer más del libro que he comprado.No

Anónimo dijo...

Me alegro de que me digas las cosas como las piensas. Y me alegro mucho de que me quieras tanto.
El domingo hice un viaje de hora y media en metro hasta llegar a casa y llorar como una niña, porque una de las personas que más quiero en este mundo (y en otros mundos también) me ha rechazado, me ha echado la bronca, y ya no me quiere volver a ver más...

Creo que tú no te merecías haber perdido el móvil en el taxi (pero pasó), no te merecías que saltara el contestador las dos veces que llamaste (pero saltó), no te merecías que el metro de domingo tenga una fecuencia menor que entre semana (pero la tiene), no te merecías dar un giro equivocado en la calle Oca (pero lo diste), no te merecías llegar corriendo a Vista Alegre, sin que prácticamente te saludara (pero pasó).

Y puedo seguir así hasta el infinito, e incluso hacerlo hacia atrás, hasta el día en que nacimos, que sería mucho más divertido.

Yo tampoco me merecía lo que me dijiste (pero pasó). No me lo merecía porque no tienes derecho a tratarme así. Perdón por permitirme decir esto, me siento en el derecho de hacerlo, qué le vamos a hacer... Pero, sobre todo, no me lo merecía porque mentiste: sí estabas enfadado, sí estabas nervioso. Me he merecido muchas veces que me digan muchas de las cosas que me dijiste ayer. Ya lo han hecho antes. Pero nunca me he merecido que alguien me diga que no quiere volver a verme. Que no puede soportarme. No puedo pagar mi imperfección con ese castigo. La pago con mis ojos hinchados y el dolor de cabeza después de llorar. La pago con la impotencia que siento al ver que quiero ser mejor persona, pero que avanzo un milímetro, y luego doy más y más pasos en falso. Me vuelvo a equivocar y cada vez soy más imperfecta (y más perfecta a la vez). Ya pago suficiente, no me hagas pagar tú más.
Creo que éste es el lugar adecuado para decirlo,tú conoces por qué.

Tot dijo...

Anónima... ojalá conociera el por qué ya que tus palabras me han puesto la carne de gallina. Conozco ese rechazo, y ese sentir que te castigan por ser imperfecta... Lo tenía olvidado... y leerte me ha traido tristes recuerdos... Que hoy, son eso, parte de una recuerdoteca que no suelo visitar...
A veces creemos que nos rechazan, pero muchas veces, ese "rechazo" no es si no la incapacidad de amar de algunos...
Animo...