martes, junio 10, 2008

DE SERVILLETAS Y MARIPOSAS





Hay personas que encuentran la llave a tu interior en el ojo izquierdo.
Son personas especiales que te ven, te miran así como de refilón, y mirándote el ojo te ven el alma.... y son especiales porque son capaces de discernir que aunque tengas una mancha en el ojo, no la tienes en el alma...

Son - como digo- personas especiales que en cuestión de segundos saben de ti lo que tu misma desconoces... y lo mejor de todo es que ese descubrimiento no solo no les echa para atrás, si no que les acerca a tí... inexorable.

Anoche tuve la gran fortuna de cenar con una de estas personas. Hacía años que no sentía las horas fluir de esa manera... Supongo que es el efecto de las personas locuaces, brillantes, divertidas... fascinantes, atractivas.... Era como estar fuera de la realidad donde hasta el camarero parecía parte de un decorado...

Fue una noche mágica. De algún modo que siento en una parte de mi pecho la noche de ayer certifica eso que tengo tatúado de que de un instante nacen a cada instante diferentes caminos.
Lo que esa persona no sabe es que ayer, a las mismas horas en las que la noche empezó a brillar yo tenía que estar cogiendo un avión que evidentemente no cogí.... a Chile.

De una noche como la de ayer, sus bolsillos quedan llenos de servilletas.... servilletas que apuntan direcciones y servilletas con secretos en la palma de la mano... Mis bolsillos también están llenos... llenos de las cosas que no se dijeron, o que no se dijeron al menos con palabras, que si con el cuerpo.... y llenos de las ilusiones que en silencio me guardo para momentos menos inoportunos...

Y pienso, mientras sonrío, en la bendición que supone no tener prisa, y como, sin escribir, escribimos historias... y como con los silencios damos respuestas, y como, precisamente sonriendo, uno escribe destinos que no caigan en desatinos...

Y que aunque las cosas siempre pueden ser mejor... también son tremendamente susceptibles de empeorar... y porque entiendo que mi mala suerte está llena de buena suerte... y que mis infortunios llenos de fortuna, continuo hacía delante.... que es el único lugar al que encuentro tiene un sentido llegar... progresiones... que no regresiones....

Adelante, entonces....

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Entonces parece que cenaste contigo misma...

Anónimo dijo...

Me gusta cuando conectas..
arriba..
o..
desconectas..
encima..
de tus hombros..
arriba..
..lo llames como lo llames.

Anónimo dijo...

El primer párrafo me parece sublime.
Tu realidad (o lo que haces de la realidad) me fascina.

No me importaría leer la crónica de quien te acompañó en dicha cena. Le debiste dejar temblando.

Anónimo dijo...

y el viaje a chile que paso?
perdonad pero es que la curiosidad me mata fue cancelando, previsto o simplemente te has quedado alli olvidandote del viaje.

al ultimo anonimo te digo que es verdad, julieta puede dejarlo temblado pero tu tambien quiere saber quien es el.

Ingrid Dietrich dijo...

Ay! Me das sana envidia... Hace años que no tengo un encuentro así que da vida e ilusión y una sensación única de comunicación y conexión con alguien. Últimamente tiro de reservas y recuerdos mañidos y se me están agotando, es como si viviera lejos de todo y de todos. Intento acercarme pero siempre hay un cristal y atrapada tras él veo como todo y todos se alejan. Es una situación de observadora involuntaria. Cada vez que intento romper el cristal me llevo un corte ó una desilusión... ¿Crees que se desvanecerá cuando no me de cuenta? ¿Ó que en uno de mis intentos daré en el punto certero y se hará añicos?

Anónimo dijo...

Madre mía, uno se queda casi sin palabras ante dicho texto. Pero creo oportuno recordar que esos momentos que pareces sentir la libertad de dejar atrás un laberinto te conduce, por suerte, a una flor, y me atrevo a decir que guía a un pétal iluminado por la luz de la luna. Lo más sorprendente es que todavía no se ha encontrado la flor de un único pétalo y que lo mejor del sol es el brillo de la luna.
Qué bonito poetizar...

Tot dijo...

Gracias a todos por vuestras palabras...
Pero el último anónimo tiene razón... Esto es solo poetizar.
La realidad es otra cosa, y ya se encarga de des-poetizar...