domingo, junio 22, 2008

HESSE


“...He sido un hombre que busca y lo soy aún, pero no busco ya en las estrellas ni en los libros: comienzo a escuchar las enseñanzas que mi sangre murmura en mí. Mi historia no es agradable, no es suave ni armoniosa como las historias inventadas; sabe a insensatez y a confusión, a locura y a sueño, como la vida de todos los hombres que no quieren mentirse más a sí mismos...” Herman Hesse.

Cada cierto tiempo regreso a Hesse. Cada x tiempo, sin ningún tipo de protocolo o secuencia preestablecida, un librito de Hesse se cuela en mi mesilla, en mi bolso, en el tren... o allí donde él (el libro) lo crea oportuno. A pesar de que los haya leído casi todos (en las librerías de viejo siempre aparece algún tomito del que ignoraba su existencia... o encuentro uno de esos que llevo tantos años buscando...) siempre termino regresando... y siempre termino encontrando lo que no sabía que buscaba.


Y lo interesante es que esto le pasa a mucha gente que considero interesante. Es mucha la gente que me rodea (y es interesante.... ejem...) que uno de sus libros “de cabecera” está escrito por Hesse. Para unos será Narciso y Goldmundo... para otros Siddharta... para otros El Lobo Estepario... Otros se decantan por el iniciático Viaje a Oriente... y otros, como yo, nos quedamos entre Demian o Peter Camenzind (y quedan por ahí los geniales Herman Lauscher, Bajo las Ruedas, El Juego de los Abalorios, El Caminante, La leyenda del Rey Indio... etc etc....) pero todos, en algún momento, hemos encontrado respuestas a preguntas no planteadas en voz alta en los libros de Hesse.


Hoy , habiendo terminado ya una entretenida novela “La Cura Schopenhauer”, enganchándola con otro de los clásicos como el Así Hablo Zaratustra nietzscheniano he retomado Demian... y es ahí cuando me he encontrado con el primer párrafo (en la introducción).

También yo me considero una buscadora, aunque aun no he llegado a la madurez de Hesse, puesto que yo si busco en las estrellas y en los libros. Busco en la luna y en su reflejo. A veces abro los libros al azar, marco una línea al azar, y destripo muerta de la risa a veces, otras del susto, otras impactada por la sincronicidad del tema, el contenido de esa frase... Mi historia es, a mi parecer, bastante agradable. Habrá a quienes le parezca aburrida, sosa, triste en ocasiones, pero a mi mi propia historia me parece interesante... He navegado en mares apasionados, he sorteado tormentas y he vivido ciertos peligros. Hubo un motín a bordo del que aunque tocada, salí mas fuerte (y mas pura), he pisado playas exhuberantes y aisladas y otras más turísticas. El naufragio ha estado siempre ahí, como una posibilidad inmediata, pero de momento creo que tengo recursos suficientes para sobrevivir si se diera el caso. Navego en solitario (y eso no siempre es soledad) y eso es lo que me ha enseñado a escuchar mi sangre, como dice Hesse. Hace tiempo que he dejado de engañarme y ese peligroso juego de honestidad brutal, además de abrirme los ojos me ha enseñado a mirar los paisajes por los que navego.

Revisando mi viaje por el mar de los días, aquí. y ahora, y enganchando con las palabras de Nietszche, me pregunto a bocajarro si realmente vivo al máximo... si realmente vivo de una manera que estaría dispuesta a repetir eternamente... y me respondo, aunque tímida, un si... Hay días que no repetiría gratuitamente.. pero como si una de las cosas que tengo claras a día de hoy es que NADA, absolutamente NADA ha sido casualidad, respondo, cada vez con más ahínco, SI, SI, SI!!


¿Y tu?

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