Total... que me he ido al cine a ver si dejaba un rato la mente en stand by y he bajado a los Renoir a ver que echaban: La Educación de las Hadas (no me convencía porque me resisto a dejar de ver a Irene Jacob como la Verónica de La Doble Vida de Verónica....), La Bicicleta y La Princesa Malabar (la segunda no tenía mala pinta... pero no sé.. el cuerpo parecía que no... ) y una con un cartel que no me gustaba demasiado, titulada ¿Y Qué Sabes tu?... me he preguntado a mí misma...Vamos, J... ¿Y Que sabes tu? y como la respuesta ha sido tan tremendamente socrática, ahí he entrado. Y resulta que la película era un documental, muy interesante para aquellos con los que comparto gremio... acerca de la física cuántica y sus intentos por explicar lo qué es realmente la realidad, con continuas referencias a Alicia en el País de las Maravillas (mas o menos sutiles...) y con el simil de que el universo es como un balón de baloncesto.
La película / documental, del 2004, se basa en la opinión de expertos expertísimos en temas que van desde la psiquiatria, la neuropsicología, la física y mecánica cuántica, hasta la teología. Antropólogos no había, lástima.... si bien todo el tema de la película era pura antropología. Trata la física cuántica de entender por qué el acceso epistemólogico al pasado y al futuro es tan diferente. Según la física es un prodigio que podamos recordar (y recordar es acceder) el pasado (no se si tiene mucho sentido aquí la expresión esta de recordar, del latín re-cordis...volver a pasar por el corazón....que saqué de un libro de Galeano...) y no podamos acceder al futuro. Así como el prodigio de que podamos cambiar el futuro (a partir del presente, claro....) y no así el pasado. Insisten también en un concepto que no enuncian pero que me apasiona: la equipotencialidad, que ellos explican de la siguiente manera "cuando no miramos, hay opciones, posibilidades infinitas.... cuando miramos, solo existe la experiencia". Hay reflexiones sumamente interesantes, sobre todo cuando nos recuerdan algo que algunos siempre reinvidicamos (tanto que algunos hasta construimos recuerdotecas...) y es que los mecanismos neuronales que se activan al pensar, al percibir, son los mismos que se activan al recordar. Exactamente los mismos.
Es, diría yo, una especie de física cuántica humanista, todo ejemplificado a partir de los experimentos (curiosos, en cualquier caso) de Masaru Emoto. Este japonés (hay cosas que solo pueden hacerlas los japoneses....) empezó buscando las propiedades curativas del agua mineral y terminó haciendo unos experimentos peculiares. Coje diferentes tipos de aguas, las mete en diferentes frasquitos, y pega en los frasquitos palabras. Expresiones positivas o negativas... tipo odio, amor, amistad, celos... etc etc después, a las horas, fotografiaba microscopicamente este agua. O bien la congelaba y fotografiaba los cristales resultantes. Salen formas impresionantemente bellas (si bien no he encontrado fotos dignas de colocar aquí... en la peli salen varias...) o descaradamente feas y agresivas, en función de la palabra previamente colocada. Es lo que esto plantea, qué si los pensamientos hacen eso con el agua.... que no harán en nosotros.
Es una película muy extraña, no creo que le guste a todo el mundo, pero si a muchos de los que se pasan por aquí... y sobre todo, que creo que hay que verla. Y pensar un poquito acerca del poder de nuestros propios pensamientos.... los psicólogos lo llamamos profecía autocumplida...
Yo de momento os dejo... tengo que poner pegatinas a todas las botellas de agua que tengo en casa...
La película / documental, del 2004, se basa en la opinión de expertos expertísimos en temas que van desde la psiquiatria, la neuropsicología, la física y mecánica cuántica, hasta la teología. Antropólogos no había, lástima.... si bien todo el tema de la película era pura antropología. Trata la física cuántica de entender por qué el acceso epistemólogico al pasado y al futuro es tan diferente. Según la física es un prodigio que podamos recordar (y recordar es acceder) el pasado (no se si tiene mucho sentido aquí la expresión esta de recordar, del latín re-cordis...volver a pasar por el corazón....que saqué de un libro de Galeano...) y no podamos acceder al futuro. Así como el prodigio de que podamos cambiar el futuro (a partir del presente, claro....) y no así el pasado. Insisten también en un concepto que no enuncian pero que me apasiona: la equipotencialidad, que ellos explican de la siguiente manera "cuando no miramos, hay opciones, posibilidades infinitas.... cuando miramos, solo existe la experiencia". Hay reflexiones sumamente interesantes, sobre todo cuando nos recuerdan algo que algunos siempre reinvidicamos (tanto que algunos hasta construimos recuerdotecas...) y es que los mecanismos neuronales que se activan al pensar, al percibir, son los mismos que se activan al recordar. Exactamente los mismos.
Es, diría yo, una especie de física cuántica humanista, todo ejemplificado a partir de los experimentos (curiosos, en cualquier caso) de Masaru Emoto. Este japonés (hay cosas que solo pueden hacerlas los japoneses....) empezó buscando las propiedades curativas del agua mineral y terminó haciendo unos experimentos peculiares. Coje diferentes tipos de aguas, las mete en diferentes frasquitos, y pega en los frasquitos palabras. Expresiones positivas o negativas... tipo odio, amor, amistad, celos... etc etc después, a las horas, fotografiaba microscopicamente este agua. O bien la congelaba y fotografiaba los cristales resultantes. Salen formas impresionantemente bellas (si bien no he encontrado fotos dignas de colocar aquí... en la peli salen varias...) o descaradamente feas y agresivas, en función de la palabra previamente colocada. Es lo que esto plantea, qué si los pensamientos hacen eso con el agua.... que no harán en nosotros.
Es una película muy extraña, no creo que le guste a todo el mundo, pero si a muchos de los que se pasan por aquí... y sobre todo, que creo que hay que verla. Y pensar un poquito acerca del poder de nuestros propios pensamientos.... los psicólogos lo llamamos profecía autocumplida...
Yo de momento os dejo... tengo que poner pegatinas a todas las botellas de agua que tengo en casa...
3 comentarios:
Y sí 5 o 7 letras, hacen eso en el agua..
..¿que harán tus palabras..?
..que fuerte r..po..abi..dad!
..no dudo de la forma, pero..
..¿será también el material cristal?
En portugués "acordarse"es despertar.¿Podemos cambiar el pasado?Yo creo que sí,si tomamos la realidad como lo que percibimos.Si contemplamos el pasado desde el presente,sólo lo podemos experimentar desde el presente,donde ya nos somos los mismos.El futuro no lo podemos cambiar,sólo podemos cambiar el presente,cuyos cambios causarán nuestro futuro.
Quizás la concepción del tiempo como algo lineal,recto,nos mantiene presos en él.
¿Cómo podemos acordarnos de lo que hemos soñado?
No somos nadie,doctor.
el valor de la palabra
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