Y se termina la semana, y con ella un ciclo. Esta tarde, para celebrarlo, me he comido dos espirales. Una por ti y otra por mi. Por los retos de cada uno. Los del uno mismo, y los del otro. Era una espiral de color naranja, de gominola, bañada en sidral. Muy rica. Daba gusto... Los retos, bajo ese sabor, dan gusto... Así da gusto... Nada que ver con los sabores amargos, o intragables de los retos reales. Daba cierta sensación de poder extender la gominola "existencial", cortar los trocitos, y recordar un reto para cada uno de los trozos masticados.... Como cuando en nuestra infancia la comida eran aviones y en los aviones lejanos familiares por los que celebrabas la suerte del comer.... "Este por el tío Luis"... "Este por la Maco..." "Este por tu tío, que aunque no sepas mucho de él, es hermano de tu papá".... "Este por tu primica".... Así daba gusto zamparse un reto.... Y un reto es una llamada de teléfono. Una entrevista. Un estreno. Una nueva publicación. Un comienzo. Un final.... una palabra. Un silencio compartido.... Así que hoy termina un ciclo. Empieza otro. Y curiosamente he descubierto que los ciclos también se comen... y que son dulces, aunque muchos de vez te empachan y te inflan. Por eso decía que hoy era un día importante: Porque los ciclos, también se comen. ...
lunes, diciembre 04, 2006
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
4 comentarios:
¡Plop!...
Me quedo sin palabras.
Buen provecho.Se oyen las golondrinas,etc...
"¡Oh cuerpo curvado por la música,
oh,mirada iluminada!
¿Cómo podríamos distinguir
el danzante de la danza?"
Perdóname Tot... he leído y releído... malinterpreté tu reto.
Eh, ese es tu colgante!! El que siempre quiero! Pero quiero ESE... no uno igual, no, quiero ESE...
Publicar un comentario