Es apasionante preparar un viaje. Al menos un viaje que se hace con ilusión. Al menos un viaje que has proyectado hacer durante mucho tiempo... buscando causas dignas que te lo hicieran merecer... Así tenía yo proyectado este viaje. Como el Gran Premio. Era tal el significado que le atribuía que me lo estaba "guardando" para cuando me lo mereciera... como por ejemplo (y ese era el destino que le esperaba) cuando defendiera la Tesis Doctoral.
Y entonces, una mañana te levantas. Te levantas más fresca de lo habitual. Mas ligera. Relativizando responsabilidades, entendiendo que no por conseguirlas con mas esfuerzo las cosas valen mas.... te sientas sobre la cama... y te preguntas ¿Pero... y si me marcho? ¿Y por qué no? ¿Acaso es que no me lo merezco ahora? Y te das cuenta, que un destino está tan lejos como tu quieras sentirlo... y de pronto, te das cuenta de que para el mejor destino, el mayor motivo no es el merecimiento, ni el esfuerzo, ni un "por..." es, tan simple, la ilusión y lo que dicta el corazón. De hecho, la ilusión es la causa más digna de entre todas las existentes... Y así es como terminas yendo a una agencia, buscando el billete más económico y más cómodo (sin escalas de nueve horas en aeropuertos impersonales, por favor...), y gracias a internet y por qué no reconocerlo, a tus viajes anteriores, el resto del viaje se resuelve en un periquete.
Así que ahora estoy en esa fase estupenda de "preparativos" de viajes... en esa fase que buscas lugares mágicos (y qué fácil es encontrar lugares mágicos cuando vas a uno de los lugares más mágicos del mundo...), mitología, leyendas, costumbres... Lees, buscas, rebuscas.... y sin darte cuenta estás ya viajando desde el salón de tu casa. Siempre critiqué la antropología de sillón, pero bueno, si ésta es un precedente de la antropologia de campo, bienvenida sea.
Así las cosas he estado esta tarde con el tema del idioma rapanui. Por lo que tengo entendido, este idioma se compone de 19 letras. Nuestras cinco vocales y de una serie de 13 consonantes (una compuesta, de ahí las 14). En realidad voy a entenderme en castellano, pero lo cierto es que en los mails que me estoy cruzando ultimamente con mi anfitriona allá (ya he resuelto el tema del alojamiento... y sin alquilar ningún perro, que conste...) mete siempre palabras rapanui, las cuales reconozco que me gustan... y como una es curiosa, pues termina rebuscando en internet...
Como siempre que uno planea un viaje, debo aprender temas de protocolo intergénero, no sea que la monte o me meta en espirales de malosentendidos... y la verdad es que el idioma rapanui me lo pone un poco díficil... Me han comentado que los (chicos) rapanui están para comérselos (aunque ellos ya no practiquen el canibalismo...) así que no quisiera meter la pata... a ver si lo consigo. Iti Iti es chico. Pero Itii Ti es poco, pequeño... así que mejor no beber demasiado no sea que tenga problemas con la enunciación y alguno se sienta ofendido... Por otro lado, Hana tiene dos significados: querer y bahía... a ver si es que los rapanui solo declaran sus amores en las caletas, bueno será tenerlo en cuenta... Eepe es bueno, robusto... y eso es lo que más me preocupa. Los aragoneses mantenemos una extraña relación con los acentos... y no me imagino diciéndole Eepe Éepe (léase con acento maño...) a un Iti Iti... sin romper la magia del lugar..y hasta el romanticismo.... A ver como lo arreglo. Por lo menos, diarrea no es díficil de decir... Hi. Y me fascina que no tengan expresión para perdón, para por favor, y si la tengan para halitosis (haha piro) o herpes bucal (haha ra´ra´a) ..... Interesante...
Mientras tanto aquí continúo, mas entretenida que de costumbre. Con una ilusión que me convierte en una chica efervescente, como me han calificado ultimamente por ahí... Quedan diez días para salir de aquí, y diez es el número desde el que siempre empiezan las cuenta atrás....
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( Kai= leer y comer... curiosa apreciación....ya no podrá discutir mi librero conmigo cada vez que le digo "dime que me llevo hoy para comer"....)
(Oranga = La Vida)
Y entonces, una mañana te levantas. Te levantas más fresca de lo habitual. Mas ligera. Relativizando responsabilidades, entendiendo que no por conseguirlas con mas esfuerzo las cosas valen mas.... te sientas sobre la cama... y te preguntas ¿Pero... y si me marcho? ¿Y por qué no? ¿Acaso es que no me lo merezco ahora? Y te das cuenta, que un destino está tan lejos como tu quieras sentirlo... y de pronto, te das cuenta de que para el mejor destino, el mayor motivo no es el merecimiento, ni el esfuerzo, ni un "por..." es, tan simple, la ilusión y lo que dicta el corazón. De hecho, la ilusión es la causa más digna de entre todas las existentes... Y así es como terminas yendo a una agencia, buscando el billete más económico y más cómodo (sin escalas de nueve horas en aeropuertos impersonales, por favor...), y gracias a internet y por qué no reconocerlo, a tus viajes anteriores, el resto del viaje se resuelve en un periquete.
Así que ahora estoy en esa fase estupenda de "preparativos" de viajes... en esa fase que buscas lugares mágicos (y qué fácil es encontrar lugares mágicos cuando vas a uno de los lugares más mágicos del mundo...), mitología, leyendas, costumbres... Lees, buscas, rebuscas.... y sin darte cuenta estás ya viajando desde el salón de tu casa. Siempre critiqué la antropología de sillón, pero bueno, si ésta es un precedente de la antropologia de campo, bienvenida sea.
Así las cosas he estado esta tarde con el tema del idioma rapanui. Por lo que tengo entendido, este idioma se compone de 19 letras. Nuestras cinco vocales y de una serie de 13 consonantes (una compuesta, de ahí las 14). En realidad voy a entenderme en castellano, pero lo cierto es que en los mails que me estoy cruzando ultimamente con mi anfitriona allá (ya he resuelto el tema del alojamiento... y sin alquilar ningún perro, que conste...) mete siempre palabras rapanui, las cuales reconozco que me gustan... y como una es curiosa, pues termina rebuscando en internet...
Como siempre que uno planea un viaje, debo aprender temas de protocolo intergénero, no sea que la monte o me meta en espirales de malosentendidos... y la verdad es que el idioma rapanui me lo pone un poco díficil... Me han comentado que los (chicos) rapanui están para comérselos (aunque ellos ya no practiquen el canibalismo...) así que no quisiera meter la pata... a ver si lo consigo. Iti Iti es chico. Pero Itii Ti es poco, pequeño... así que mejor no beber demasiado no sea que tenga problemas con la enunciación y alguno se sienta ofendido... Por otro lado, Hana tiene dos significados: querer y bahía... a ver si es que los rapanui solo declaran sus amores en las caletas, bueno será tenerlo en cuenta... Eepe es bueno, robusto... y eso es lo que más me preocupa. Los aragoneses mantenemos una extraña relación con los acentos... y no me imagino diciéndole Eepe Éepe (léase con acento maño...) a un Iti Iti... sin romper la magia del lugar..y hasta el romanticismo.... A ver como lo arreglo. Por lo menos, diarrea no es díficil de decir... Hi. Y me fascina que no tengan expresión para perdón, para por favor, y si la tengan para halitosis (haha piro) o herpes bucal (haha ra´ra´a) ..... Interesante...
Mientras tanto aquí continúo, mas entretenida que de costumbre. Con una ilusión que me convierte en una chica efervescente, como me han calificado ultimamente por ahí... Quedan diez días para salir de aquí, y diez es el número desde el que siempre empiezan las cuenta atrás....
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( Kai= leer y comer... curiosa apreciación....ya no podrá discutir mi librero conmigo cada vez que le digo "dime que me llevo hoy para comer"....)
(Oranga = La Vida)
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