Mantengo una extraña relación con el azul... Sin ser un color que especialmente identifique conmigo, es el color con el que identifico algunas de las cosas mas importantes de mi vida... Yo soy mas de violetas, que es azul con un poco de rojo, del rojo de la sangre y el rojo de la pasión. El rojo de la sandía. De la fresa.... Y el azul con el rojo de la cereza es, todavía, más profunfo...si, yo que soy de violetas, asumo el azul como el color de las cosas importantes...
Pero hablaba del azul.
Azul.
Hay besos azules, ángeles azules, hay cielos azules. Mares azules.
Y mariposas azules.
La Morpho Menealaus es una especie autóctona de centroamérica, que en Costa Rica encuentras por doquier. La primera vez que la vi me pareció tan hermosa que pensé que era una alucinación... alguna broma, algo decorativo... Algo que alguien había puesto por ahí para darle color al verde... pero evidentemente, no era así...
Son, sencillamente, bellísimas. Son grandes (palmo de ala de 15 cm...) , de un azul eléctrico (irisdicente) en la parte superior que hacen que destaquen siempre, aunque vuelen en el cielo azul, y la parte interior de las alas es dorada.
Impresiona, en una selva donde los animales se dedican a mimetizarse con el entorno encontrar a alguien que se esfuerza por destacar... Me resulta fascinante, y sinceramente, encuentro en ello muchas similitudes con lo que sucede en nuestra sociedad.... Si destacas tienes que defenderte de otra manera, porque inevitablemente, irán por ti... Unos por tu belleza, otros porque alumbras, otros porque con tus alas gigantes se cobijan... Otros porque presumen de ir acompañados de ti.
Impresiona y te hace empatizar con ella.. o con ellos, ya que en esta especie los machos brillan aun más que las hembras...
Pero más impresiona conocer que viven un día. Un solo día. Tanta belleza es finita. Como la nuestra.... ya que al fin y al cabo nosotros solo vivimos una vida... Y quien nos dice que una vida de las nuestras no es un día para alguien...
Simplemente reflexiono sobre ello...
Sobre el Azul.
Sobre la belleza.
La luz...
... y todo lo que eso significa...
Pero hablaba del azul.
Azul.
Hay besos azules, ángeles azules, hay cielos azules. Mares azules.
Y mariposas azules.
La Morpho Menealaus es una especie autóctona de centroamérica, que en Costa Rica encuentras por doquier. La primera vez que la vi me pareció tan hermosa que pensé que era una alucinación... alguna broma, algo decorativo... Algo que alguien había puesto por ahí para darle color al verde... pero evidentemente, no era así...
Son, sencillamente, bellísimas. Son grandes (palmo de ala de 15 cm...) , de un azul eléctrico (irisdicente) en la parte superior que hacen que destaquen siempre, aunque vuelen en el cielo azul, y la parte interior de las alas es dorada.
Impresiona, en una selva donde los animales se dedican a mimetizarse con el entorno encontrar a alguien que se esfuerza por destacar... Me resulta fascinante, y sinceramente, encuentro en ello muchas similitudes con lo que sucede en nuestra sociedad.... Si destacas tienes que defenderte de otra manera, porque inevitablemente, irán por ti... Unos por tu belleza, otros porque alumbras, otros porque con tus alas gigantes se cobijan... Otros porque presumen de ir acompañados de ti.
Impresiona y te hace empatizar con ella.. o con ellos, ya que en esta especie los machos brillan aun más que las hembras...
Pero más impresiona conocer que viven un día. Un solo día. Tanta belleza es finita. Como la nuestra.... ya que al fin y al cabo nosotros solo vivimos una vida... Y quien nos dice que una vida de las nuestras no es un día para alguien...
Simplemente reflexiono sobre ello...
Sobre el Azul.
Sobre la belleza.
La luz...
... y todo lo que eso significa...
Pd: Ah, si... he llegado... Por fín he llegado.. treinta y tres horas después... pero llegué.
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2 comentarios:
En mi caso yo me acerco a ti, que eres de las que destacan, por el cobijo que proporcionas, porque coloreas el ambiente que te rodea y yo adoro la luz, porque fue imposible no fijarse en ti, porque cuando me reflejo en tus alas me gusto más y, no puedo negarlo, por lo que presumo cuando te tengo cerca.
Otra vez gracias... mil gracias, con el sonido de las alas de mariposa moviéndose gráciles y felices...
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