miércoles, julio 09, 2008

RECUPERANDO LÍRICAS


A veces me pregunto como no me dió por ser cantautora.

Lo digo porque crecí rodeada de ellos... Battiato, Silvio, Aute y Leonard Cohen eran los cantantes favoritos de mi madre, que ponía a todo volumen por casa y juntas nos permitíamos la licencia de cantar lo que no era nuestro, pero que de algún modo, y parafraseando esa frase tan manida de que la poesía no es de quien la escribe, si no de quien la necesita, nos pertenecía...


Y hoy, y ahora, que por fín he llegado a la gasolinera mejor surtida (para lo que a mis gustos se refiere) del planeta que es mi casa, empiezo a recuperarme... me reencuentro con Battiato.


La primera canción (Y te vengo a Buscar) que escucho dice así:
Y te vengo a buscar,
aunque solo para verte o hablar,
porque requiero tu presencia para entender mejor mi esencia.

Este sentimiento popular
nace de mecánicas divinas com un arranque místico
y sensual me encadena a ti.
debería cambiar el objeto de mis deseos,
sin conformarme con las alegrías cotidianas

Hacer como un ermitaño
que renuncia a sí mismo.

Y te vengo a buscar,
con la excusa de tener que hablar.
Porque me gusta lo que piensas y dices,
porque en ti veo mis raíces.

Este siglo ya se está acabando.
Saturado de parásitos sin dignidad.

Me empuja a ser mejor,
con más voluntad.

Emanciparse del sueño de las pasiones,
buscar el UNO por encima del bien y del mal.
Ser una imagen divina de esta realidad.

Y te vengo a buscar porque estoy bien contigo.

Porque requiero tu presencia
Me ha parecido, tan bonita. Tan certera. Tan rotunda. Tan de verdad, que he querido compartirla.

Y de paso, agradecerle a mi Avatar que haya hecho, esta tarde, de grúa hacia la gasolinera.
Gracias.

(Cuadro: Melancolía. Del siempre fantástico y oportuno Eduard Hopper)

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