(...)
- Así que vas a ver a Adán y Eva.
Y fuma y dice:
- Yo quiero morir así.
(...)
Están casi a flor de tierra, metidos los dos en un huequito.
Los miramos en silencio y pasa el tiempo.
Yacen abrazados. Él, boca abajo. Un brazo y una pierna de ella por debajo de él. Una mano de él sobre el pubis de ella. La pierna de él cubriéndola.
Una piedra grande aplasta la cabeza del hombre, y otra, el corazón de la mujer. Hay una piedra grande sobre el sexo de ella y otra sobre el sexo de él.
Veo la cabeza de la mujer apoyada en el hombre o refugiada en él, sonreídam y comento que tiene cara alumbrosa, cara de beso.
(...)
Yacen abrazados desde hace miles de años. Ocho mil años, dicen los arqueólogos. Antes del tiempo de los pastores y labriegos. Dicen que la arcilla impermeable de la península les mantuvo intactos los huesos.
Los miramos y pasa el tiempo.
Y siento cosas que no entiendo y me marean.
(...)
- Los descubrió una mujer. Una arquóloga. Están tal cual los encontró, hace dos años y medio.
Que no los despierten, quisiera yo. Hace ocho mil años que duermen juntos.
Y pienso "Ese pocito es su casa, que fue invulnerable. ¿Cuántas noches caben dentro de una noche tan larga?".
Pienso en el bello cuerpo que ellos hacen abrazándose y en tantos ojos sucios que no los merecerán. Enseguida me acuso de egoísmo y un poquito de vergüenza me sube a la cara.
(...)
No- dice la arqueóloga- No les mataron. Las piedras fueron colocadas después.
Pedro protesta.
- Las piedras hubieran resbalado. Estarían en los costados y no encima. Están prolijamente puestas sobre los cuerpos. Colocaron las piedras cuando les enterraron, para protegerlos. En este lugar encontramos un cementerio. Había muchos esqueletos y no solamente los de... los....
- Amantes - digo.
- ¿Amantes? Si, los llaman así, Amantes de Zumpa.
- No les hemos tocado, para no desbaratarlos. Que yo sepa, es la primera vez que aparece una pareja enterrada así. El hallazgo puede tener cierto valor científico. Los huesólogos, como les llaman por aquí, han confirmado que son un hombre y una mujer, y que eran jóvenes cuando murieron. Tenían entre veinte y veinticinco años.
(...)
- Yo sé que no les gustará lo que les voy a decir.
Nos mira a los tres, nos mide sin apuro y bajando la voz, explica:
- Ellos no murieron abrazados. Los enterraron así. Por qué, no se sabe. Nunca nadie sabrá por qué les enterraron así. Quizás porque eran marido y mujer, pero esa explicación no basta. ¿Por qué no enterraron así a las demás parejas? No se sabe. Quizás murieron los dos a la vez. No hay signos de violencia en los huesos. Quizás se ahogaron. Estaban pescando y se ahogaron. Quizás. Por algún motivo que nunca conoceremos les enterraron abrazados. No murieron así ni los mataron. Los encontramos en su tumba, no en su casa.
(...)
- ¿Han visto algún ahogado, alguna vez? Pregunta Julio.
- Yo sí. Los ahogados quedan contraídos, con el cuerpo en posición de ... horror, y cuando los sacan están mas rígidos que la madera. Si se hubieran ahogado, nadie hubiera podido abrazarlos así.
- ¿Y si no se hubieran ahogado? Había otras maneras de morir
- Tampoco creo, dice Julio, los muertos se endurecen rápido. Yo no sé... la arquóloga sabe, pero.... no sé. Están en una posición tan natural. Ese abrazo es tan verdadero....
- Yo les creo - digo
- ¿A quienes?
- A ellos - digo.
texto: Lo Demás es Mentira. Eduardo Galeano (Vagamundo y otros relatos)
foto: Mantua, fechados en hace cinco o seis mil años. Encontrados en febrero de 2007.
- Así que vas a ver a Adán y Eva.
Y fuma y dice:
- Yo quiero morir así.
(...)
Están casi a flor de tierra, metidos los dos en un huequito.
Los miramos en silencio y pasa el tiempo.
Yacen abrazados. Él, boca abajo. Un brazo y una pierna de ella por debajo de él. Una mano de él sobre el pubis de ella. La pierna de él cubriéndola.
Una piedra grande aplasta la cabeza del hombre, y otra, el corazón de la mujer. Hay una piedra grande sobre el sexo de ella y otra sobre el sexo de él.
Veo la cabeza de la mujer apoyada en el hombre o refugiada en él, sonreídam y comento que tiene cara alumbrosa, cara de beso.
(...)
Yacen abrazados desde hace miles de años. Ocho mil años, dicen los arqueólogos. Antes del tiempo de los pastores y labriegos. Dicen que la arcilla impermeable de la península les mantuvo intactos los huesos.
Los miramos y pasa el tiempo.
Y siento cosas que no entiendo y me marean.
(...)
- Los descubrió una mujer. Una arquóloga. Están tal cual los encontró, hace dos años y medio.
Que no los despierten, quisiera yo. Hace ocho mil años que duermen juntos.
Y pienso "Ese pocito es su casa, que fue invulnerable. ¿Cuántas noches caben dentro de una noche tan larga?".
Pienso en el bello cuerpo que ellos hacen abrazándose y en tantos ojos sucios que no los merecerán. Enseguida me acuso de egoísmo y un poquito de vergüenza me sube a la cara.
(...)
No- dice la arqueóloga- No les mataron. Las piedras fueron colocadas después.
Pedro protesta.
- Las piedras hubieran resbalado. Estarían en los costados y no encima. Están prolijamente puestas sobre los cuerpos. Colocaron las piedras cuando les enterraron, para protegerlos. En este lugar encontramos un cementerio. Había muchos esqueletos y no solamente los de... los....
- Amantes - digo.
- ¿Amantes? Si, los llaman así, Amantes de Zumpa.
- No les hemos tocado, para no desbaratarlos. Que yo sepa, es la primera vez que aparece una pareja enterrada así. El hallazgo puede tener cierto valor científico. Los huesólogos, como les llaman por aquí, han confirmado que son un hombre y una mujer, y que eran jóvenes cuando murieron. Tenían entre veinte y veinticinco años.
(...)
- Yo sé que no les gustará lo que les voy a decir.
Nos mira a los tres, nos mide sin apuro y bajando la voz, explica:
- Ellos no murieron abrazados. Los enterraron así. Por qué, no se sabe. Nunca nadie sabrá por qué les enterraron así. Quizás porque eran marido y mujer, pero esa explicación no basta. ¿Por qué no enterraron así a las demás parejas? No se sabe. Quizás murieron los dos a la vez. No hay signos de violencia en los huesos. Quizás se ahogaron. Estaban pescando y se ahogaron. Quizás. Por algún motivo que nunca conoceremos les enterraron abrazados. No murieron así ni los mataron. Los encontramos en su tumba, no en su casa.
(...)
- ¿Han visto algún ahogado, alguna vez? Pregunta Julio.
- Yo sí. Los ahogados quedan contraídos, con el cuerpo en posición de ... horror, y cuando los sacan están mas rígidos que la madera. Si se hubieran ahogado, nadie hubiera podido abrazarlos así.
- ¿Y si no se hubieran ahogado? Había otras maneras de morir
- Tampoco creo, dice Julio, los muertos se endurecen rápido. Yo no sé... la arquóloga sabe, pero.... no sé. Están en una posición tan natural. Ese abrazo es tan verdadero....
- Yo les creo - digo
- ¿A quienes?
- A ellos - digo.
texto: Lo Demás es Mentira. Eduardo Galeano (Vagamundo y otros relatos)
foto: Mantua, fechados en hace cinco o seis mil años. Encontrados en febrero de 2007.
1 comentario:
Por cosas como estas me encanta este lugar... Aunque a veces pienso que tu sensibilidad, que esa capacidad que tienes de percibirlo todo, como una hiperactividad en los sentires, puede llegar a asustar a los demás.
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