RELOJES..

Me pregunto si no morimos cada día un poquito...

Hay días que realmente pienso que es al revés, que cada día nacemos otro poquito, que cada día descubrimos algo nuevo... que cada día un aprendizaje nos colma, o que una pequeña ilusión nos rejuvenece... Pero hoy que estoy pa´dentro me pregunto si no morimos cada día un poquito...

Como los días, que empiezan vírgenes y llenos de ilusión cada noche para fallecer veintitrés horas cincuenta y nueve minutos después... o como los relojes, pequeñas brújulas temporales que atamos a nuestra muñeca y que un día, y no siempre a causa de la pila, se detienen...

Una vez, en otra vida, alguien me prestó un reloj. Si yo hubiera tenido una a mano le hubiera regalado a cambio una brújula que señalara al norte que es, en ocasiones, mi corazón.. pero no tenía una y el susodicho, entonces, se perdió... Pero alguien me prestó un reloj para que no me perdiera en el laberinto del tiempo...y yo a cambio no pude si no aceptarlo.

Cuando el tiempo dejó de tener sentido, cuando a pesar de aquella brújula temporal yo terminé perdiéndome también, ese reloj se paró, quien sabe si para siempre, o para cuando...

No es la primera vez que oigo que un reloj se detiene en un momento crucial en la vida de alguien... Un beso, un descubrimiento... una muerte...

Lo bonito es cuando uno se sobrepone, se pone de nuevo en "marcha" y el reloj vuelve a funcionar... Lo real en cambio es que suele tratarse de un problema de pilas...

Quizás es por eso que hoy que no llevo reloj miro mi muñeca desnuda y me pregunto si no morimos cada día un poquito... si en esos impasses en los que el reloj está sin pila uno vive, o uno hiberna... porque a día de hoy (que aviso y recuerdo que estoy pa´dentro..) no me queda claro si poseemos al tiempo, o si el tiempo nos posee...