Estamos en fechas de regalos... Se ha abierto la veda al regalo (libre, o no... espontáneo.. o forzado...) y todo el mundo anda con bolsas de papel llenas de regalos para otros y el de la acera de enfrente quizás lleve un regalo para ti en esa bolsa... o uno como el tuyo, o el regalo que quisieras... Unos tratan de sorprender a otros por medio de regalos que salen de las tripas, respondiendo a un por que si... otros sacan la tarjeta y fruncen el ceño mientras piensan por que es navidad... otros realizan regalos tirita.. esos regalos que en la última semana del año tratan de tapar (que no curar...) heridas... Otros, los menos, los tímidos, aprovechan este agosto del regalo para hacer el regalo que nunca harían por que si... Otros son regalos invisibles... y otros hechos por amigos invisibles... que no es lo mismo.... Algunos los esperamos... otros incluso los hemos pedido.. Muchos nos gustan, mientras que otros nos espantan y disimulamos con el "lo que importa es la intención"... Hay regalos que cuestan mucho dinero, aunque no lo parecen... Otros, en cambio, son baratos en moneda, aunque carísimos en ilusión... Esos son de mis favoritos...
Y de repente, entre tanto celofán, papel, mis mejores deseos, y chocolates, se cuelan pequeñas sorpresas... Regalos inesperados por el regalador, pero también por lo regalado... El libro que tu librero te cuela en la bolsa con un "te va a encantar..." o esa botella de un exquisito champagne francés que hoy alguien, alguien a quien apenas conozco, me ha traído con toda su ilusión... "Me has hecho vibrar este año.... con todos los obstáculos que has superado... con todo lo que has logrado"... - ¿Y tu como sabes todo eso?- Porque te sigo... Y ahí el silencio...
"Para que brindes por todo lo logrado en este año"...
Ella, la mujer que trajo el exquisito regalo, se refiere a lo profesional... Pero no sabe que sus palabras han ido mucho mas lejos... impregando también lo personal.. esos pequeños grandes logros que se viven, que se consiguen, que muchas veces se celebran en la intimidad.. Miro la botella, que por supuesto pienso compartir, y me lleva a los grandes momentos (y grande no es necesariamente bueno...) de este año que termina... Momentos que he sentido vivir en soledad. ... y se me ocurren mil motivos por los cuales brindar... Decenas de agradecimientos y un par de rencores...
Una botella no nos llega para todos, mis queridos amigos... por eso hablo aquí de ella, porque lo importante no es lo que contiene, si no lo que significa... y si hace dos días proponía una reconsciencia de nuestra poliedridad... hoy propongo un repaso de los motivos por los que brindar en este fin de ciclo... además de compartir el susto que me ha supuesto darme cuenta que no he estado sola en mi soledad...
4 comentarios:
Muy bueno... Eso sí, lo de los "regalos tirita" me parece genial.. "que tapan, pero no curan".
Pura inspiración..
Menudo catálogo de regalos...
Estoy contigo en que me quedo con los regalos invisibles. Tú, sin querer o queriendo, nos has hecho muchos regalos invisibles por los cuales desde aquí quiero brindar con una hipotética botella(si tus tripillas ya te lo permiten). Mis mejores deseos en este nuevo ciclo, que esperemos nos sorprenda(mayoritariamente gratamente), a todos/-as las que te seguimos desde aquí y allá.
No es normal que nos volvamos locos con la vorágine de los regalos. Es bonito que te regalen o regalar a alguien algo en un momento determinado o puntual porque te apetece o porque sí, pero no porque nos lo imponga "quien sabe quien". Me quedo con un brindis lleno de buenas intenciones antes que con el regalo más caro por compromiso.
Pues yo propongo brindar por ti y por mí, por nosotros, porqué sí, porque me da la gana.
Publicar un comentario