Sigo abrumada por el tema del post anterior, que de algún modo, al menos bajo mi parecer violeta, refiere, en parte, a las diferentes formas de amar... unas pseudoverdaderas que lo hacen desde el interés, otras desde la piel... y otras, las menos, pero las mas poderosas, que lo hacen desde dentro... (estoy enganchada a la lectura de las Cartas de Flaubert a Colet, que belleza...)
Y supongo que todo esto tiene que ver con mi realidad actual... donde no sé si el amor, pero si un sentimiento que se le parece mucho parece que quiere entrar, muy muy lento, de nuevo en mi vida...
Creía tenerlo todo controlado... creía tener, ilusa de mí, todo claro... Creía saber lo que no quería y lo que quería... Creía tener la puerta cerrada a falsos príncipes (..ejem... numerosas ranas, algunos sapos. han pasado por mi transcurrir en el último año...) aunque eso supusiera que la cerradura impidiera el paso a opciones verdaderas... Me había acostumbrado a la ausencia de esas llamadas que te aumentan el pulso... a la falta de esos sms oportunos que muestran como hay alguien ahí, al otro lado, preocupándose por ti... Superé la ausencia de las miradas cómplices, de esas que sin palabras hablan del todo... y de la nada...Vivía muy tranquila sin contar con nadie a la hora de hacer mis planes... como los viajes, algunas salidas, y demás... Estaba muy acostumbrada a un único cepillo de dientes en el cuarto de baño... El sofá, para mi sola, se hacía perfecto... lo mismo que la cama...cientotreintaycinco centímetros de soledad... La nevera acorde a mis gustos.... y el mando de la tv, solo para mi...
Y aun así, y a pesar de toda esta ardua reconstrucción (desde hace ahora un año andaba muy seca de ilusiones... las regalé al personaje equivocado...) me faltaba algo. Quizás sea honesta decir que me faltaba alguien. .. Y así empieza diciembre... o así termina el año... En realidad con un cepillo de dientes... el mando para mi... en la nevera mis gustos... cientotreintaycinco cm de cama para mi... pero con una tímida presencia qué debajo de una puerta, que yo creía cerrada a cal y canto, me cuela cada día visos de ilusión... y de incondicionalidad...
Lo único que importa, es el ahora.
No pensemos ni en el provenir, ni en nosotros, ni en nada. Pensar es la manera de sufrir. Dejémonos llevar por el viento de nuestro corazón, mientras hinche la vela; que nos empuje como guste, y en cuanto a los escollos... ¡Qué mas da! Ya veremos.
Gustave Flaubert a Louise Colet, 4 de Agosto de 1846
Y supongo que todo esto tiene que ver con mi realidad actual... donde no sé si el amor, pero si un sentimiento que se le parece mucho parece que quiere entrar, muy muy lento, de nuevo en mi vida...
Creía tenerlo todo controlado... creía tener, ilusa de mí, todo claro... Creía saber lo que no quería y lo que quería... Creía tener la puerta cerrada a falsos príncipes (..ejem... numerosas ranas, algunos sapos. han pasado por mi transcurrir en el último año...) aunque eso supusiera que la cerradura impidiera el paso a opciones verdaderas... Me había acostumbrado a la ausencia de esas llamadas que te aumentan el pulso... a la falta de esos sms oportunos que muestran como hay alguien ahí, al otro lado, preocupándose por ti... Superé la ausencia de las miradas cómplices, de esas que sin palabras hablan del todo... y de la nada...Vivía muy tranquila sin contar con nadie a la hora de hacer mis planes... como los viajes, algunas salidas, y demás... Estaba muy acostumbrada a un único cepillo de dientes en el cuarto de baño... El sofá, para mi sola, se hacía perfecto... lo mismo que la cama...cientotreintaycinco centímetros de soledad... La nevera acorde a mis gustos.... y el mando de la tv, solo para mi...
Y aun así, y a pesar de toda esta ardua reconstrucción (desde hace ahora un año andaba muy seca de ilusiones... las regalé al personaje equivocado...) me faltaba algo. Quizás sea honesta decir que me faltaba alguien. .. Y así empieza diciembre... o así termina el año... En realidad con un cepillo de dientes... el mando para mi... en la nevera mis gustos... cientotreintaycinco cm de cama para mi... pero con una tímida presencia qué debajo de una puerta, que yo creía cerrada a cal y canto, me cuela cada día visos de ilusión... y de incondicionalidad...
Lo único que importa, es el ahora.
No pensemos ni en el provenir, ni en nosotros, ni en nada. Pensar es la manera de sufrir. Dejémonos llevar por el viento de nuestro corazón, mientras hinche la vela; que nos empuje como guste, y en cuanto a los escollos... ¡Qué mas da! Ya veremos.
Gustave Flaubert a Louise Colet, 4 de Agosto de 1846
3 comentarios:
..que estupendo..
..y cuanto me alegro..
..y que envidia me da elucubrar..
..con que tú..
..nunca vas a decir para fuera o tus adentros..
..estoy muerto -a
EL AHORA
ÉL, AHORA
Es LA HORA
:*
Veo que nadie escribe... lástima, con lo hermoso que es lo que nos cuentas..
Me alegro muchísimo, Tot, ya era tu momento.
Me ha gustado mucho el comentario anterior, muy honesto. Bien por ese anónimo..
Parece ser que se acerca tu momento personal que tanto esperabas. Espero que sea EL y que sea AHORA. Todo lo mejor.
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