Estamos en tiempo de elecciones… en tiempo de decidir, de toma de decisiones, por tanto… De vez en cuando nos adelanta un coche con música impersonal – perdón, electoral- a los niños les regalan globos con iniciales que no comprenden y mientras, los mayores, no nos fiamos ni de nuestra sombra… Estamos en tiempo de elecciones, pero en realidad, en tiempo de elecciones estamos siempre…Y es de eso de lo que quiero hablar.
Nos pegamos la vida decidiendo, y decidir entre dos o más opciones (y siempre, absolutamente siempre, aunque no lo queramos ver tenemos mas de dos opciones…) es elegir. Y elegir es escoger, preferir a alguien o algo para algún fin… Escogemos para nuestro dormitorio una lámpara y no otra; elegir es decidir que zapatos me pongo…
Nuestra vida está plagada de incontables elecciones que nos han traído donde estamos en este preciso instante… Elegir una carrera y no otra… Elegir la ciudad donde estudiarla… Elegir tomar un camino, y no otro… Elegir meternos en un vagón de metro, y no en otro. Elegir unas zapatillas, y no otras… Elegir hacer una llamada… o no hacerla… Hasta ahí, todo más o menos bien.
El problema parece llegar cuando de lo que se trata es de elegir personas… ¿Realmente las elegimos? ¿Elegimos a nuestras parejas o nos eligen ellos? ¿Y a nuestros amigos, nuestros compañeros, socios... etc?
En uno de los árcanos del Tarot, uno de los mas idealizados, se habla precisamente de esto. Existe una carta que es el paradigma de la elección. De las elecciones. Y cosas que pasan, es “El Enamorado”.
En ella, un hombre aparece entre dos mujeres y parece basarse en la Leyenda de Hércules, según la cual se le dio a elegir entre dos mujeres, una que personificaba la Virtud y otra el Vicio. En este caso, al igual que Hércules, y al igual que todos nosotros cuando debemos decidir cosas importantes, nuestro chico, aquí en este curioso dibujo, evidentemente duda. Su mirada hacia un lado. Sus piernas, hacía otro. Menos mal que Cupido apunta a la Virtud…
De cada una de nuestras decisiones, por muy pequeñas que sean, depende nuestro porvenir. No podemos cambiar el pasado, pero si el futuro… a partir del presente…pero de vez en cuando, tomar conciencia de la trascendencia de cada paso que damos, es inquietante...
Lo único que me queda claro, es que la única decisión correcta es la que tomamos con el corazón (por eso, en esta carta, la Virtud aparece representada en la persona que señala el corazón de nuestro protagonista…), y que es por eso, que siempre es por eso, que debemos escuchar nuestras intuiciones… ya que éstas, vienen siempre del corazón…
Y no olvides, que pase lo que pase, siempre podemos elegir…
4 comentarios:
Gracias Tot. Este post llega en un momento en el que precisamente he empezado a oir al corazón para elegir... y creo que no me equivocaré...
Cuando un perro mueva la cola hacia la izquierda,cuidado.
Igual la luz en el cielo que vi el otro día era la flecha.Al menos caía en esa dirección.
"Soy el sol blanco,casi invisible,pero que ilumina a todos los personajes.Soy la alegría de existir y la de que el otro exista.Todo me da felicidad:la Naturaleza,el universo entero,la existencia del otro bajo todas sus formas,ese otro que no es otro que yo. Me renuevo a cada instante,en todo momento estoy naciendo.Con cada latido de vuestro corazón,os uno con el universo entero.De mí parten los lazos infinitos que os unen con toda la creación.¡Ah,el placer de amar!¡Ah,el placer de unirme!Soy como un arquero recién nacido que lanza flechas hacia todo lo que sus sentidos pueden captar.
No soy la amabilidad,no soy la ambición del bienestar ni del triunfo.Soy el amor incondicional.
Soplo en vuestra mente como un cálido huracán que elimina del lenguaje la crítica,la agresión,la comparación,el desprecio y toda la gama de la soberbia que separa al espectador del actor.En el corazón que habito,ahuyento las ilusiones del niño malquerido.Como la campana de la catedral,derramo en la sangre la penetrante vibración del amor,libre de cualquier rencor,de cualquier demanda emocional disfrazada de odio y de cualquier envidia,que no es sino la sombra del abandono.Os inicio al deseo de no obtener nada que no sea también para los demás.La isla del"Yo"se transforma en archipiélago."
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