Hacía días que quería escribir de Cristina Garcia Rodero, esa fotógrafa excepcional ya no solo de la España Profunda, si no también de los mitos y los ritos más profundamente humanos.
Aunque su formación en Bellas Artes (y su posterior carrera profesional) la mantuvieron en la facultad durante años, es una de las mejores antropólogas que conozco.
Su fotografía me ha fascinado desde que la conocí, hace ya tiempo. Y ni fotógrafas como Diane Arbus (aunque en realidad no sé si ni siquiera es digno compararlas, sus trabajos, sus historias personales son radicalmente diferentes...) o Isabel Muñoz, o tantas otras me han atraído tanto como García Rodero. "Esa es la fotografía que me gusta" me digo siempre que veo uno de sus trabajos, y es entonces cuando el corazón me empieza a latir despendolado y desconsolado sin saber muy bien por qué...
Esta semana García Rodero ha sido admitida miembro de honor en la Agencia Magnum, proceso que llevaba en marcha desde 2005, que es dificil y durísimo, y que la convierte en la primera española miembro.
Sin duda eso no cambia ni su ojo (aunque es curioso que tiene serios problemas de vista, aunque sin llegar a la ceguera de Evgen Bavcar, el fotógrafo ciego...) ni su mirada (que no es lo mismo ver que mirar...), ni el tema de su trabajo, pero es sin duda un gran reconocimiento a una mujer que los fines de semana, al terminar las clases en la facultad, cogía su coche y viajaba por esa que llamamos "España Profunda" a hacer fotografías como la que acompaña este post.
Enhorabuena, maestra...
Algunas de sus geniales fotos, aquí..