Leo un periódico que un templo tailandés ofrece morir y renacer para tomarse la vida como una segunda oportunidad...
Son listos, los budistas. Al menos a mí me parece muy inteligente tomarte la vida de manera donde un hipotético renacer, con lecciones aprendidas de vidas anteriores además, es el lugar hacia al que uno se dirige... O al menos, prefiero ese concepto antes que el del juicio final, los pecados y los limbos.
No voy a entrar en la parte económica de este nuevo rito. No voy a entrar en la cosa esa de pasar cinco minutos en un ataud (abierto) mientras te bendicen para tu nueva vida (aunque solo cueste un euro y medio) y levantarte después considerándolo un renacer... Quizás para mi renacer es más bien sortear la muerte... haber estado más allá que aquí y haber vuelto al aquí... pero si me ha dado mucho que pensar el concepto de segunda oportunidad...
Esas oportunidades especiales que todos necesitamos... y que no siempre, ni siquiera nosotros mismos, estamos dispuestos a dar...
No nacemos enseñados, y quizás equivocarnos debería ser para nosotros un derecho precedente al derecho de la segunda oportunidad... al volver a intentarlo... Aprendí de un amigo abogado lo importante que es la intención, así que si no ha habido mala intención... si fue mala suerte, un no saber hacer las cosas de otra manera, un despropósito, nos merece sin duda un segundo intento.
En muchas culturas la muerte es eso. Una segunda oportunidad.... Así que quizás deberíamos adaptarlo a nuestras rutinas.. o sentir la muerte como en las cartas del tarot, dónde nunca son un final... si no un cambio.
... y permitirnos morir un poquito cada noche... para darnos mañana la segunda oportunidad de remendar aquello en lo que fallamos hoy..
6 comentarios:
Sobre segundas oportunidades recuerdo de buenas a primeras dos ejemplos: "El Difunto Mattia Pascal", de Pirandello, y Hauser, en "Podemos Recordarlo por Usted al Pormayor", de Philip K. Dick.
En el primero, el protagonista no puede cambiar de vida, ni vivir nunca del todo una vida nueva, ya que su memoria, es decir, su identidad, no es nueva.
En el segundo, mucho más fascinante para mí, el protagonista ha sufrido un borrado de memoria... aunque no de toda. Pero sí de la suficiente como para no tener remordimiento, sino libertad de elegir qué quiere ser.
También recuerdo la aquí titulada "Atrapado por su Pasado" (Carlito's Way) con Al Pacino.
Al fin y al cabo, uno de los grandes ejes de la narrativa norteamericana, ya sea en literatura o cine, tan unidos y tan bien avenidos... La redención. Posible o imposible... las segundas oportunidades.
Exigen olvidar. Exigen no recordar. Más que nunca, eres lo que has sido.
Me ha gustado mucho el artículo...realmente cuando hablabas con gente del sureste asiatico ( Vietnam y Camboya) se extrañaban de nuestras prisas, de nuestra tensión continua y sobre todo de la tragicomedia que significa nuestro ceremonial de muerte. A veces, hay que valorar lo que es realmente importante. Allí, sobre todo en Vietnam, sólo vi sonrisas.
Quizás a través haya un problema en el no recordar en las segundas oportunidades: y es que si no recuerdas puedes volver a repetir... Yo no hablo de esas segundas oportunidades. Para mi eso es una primera oportunidad (ya que se resetea) Hablo de las segundas oportunidades desde las lecciones aprendidas /mas budismo)
Noel, yo hice este viaje el año pasado. Primero Japón, y después Tailandia, Vietnam y Camboya... Vietnam no me resultó como a tí. No recuerdo esas sonrisas. De hecho lo recuerdo como una país tremendamente duro con gente tremendamente dura. Exceptuando eso sí, que para mi un verdadero Oasis, las Montañas de Sapa y los indígenas. Pero ni en Hanoi, ni Hué, Ni Hoi An, ni Cat Ba, ni nada más, recuerdo sonrisas gratuitas, sonrisas agradecidas a la vida, que si traje de Tailandia y de Camboya... Y eso que el país me pareció muy muy hermoso..
Hay dos cosas que me han llamado poderosamente la atención en tu post, una es el tema central, segundas oportunidades. Creo que toda situación tiene una segunda oportunidad, el problema es que a veces no es como nosotros la pediríamos porque la vida tiene sus propios criterios. Es curioso como el ser humano, incluso aquellos que creemos en Algo Superior a veces nos tomamos la confianza de decirle a ese Poder Superior, Dios, Diseño Organizado o como queramos llamarlo, que se ha equivocado, que las cosas deberían ser como yo creo y no como las ha hecho. Siempre me sorprende que le demos lecciones a Dios sobre como hacer las cosas. Así que pienso que detrás de cada error siempre tenemos una segunda oportunidad y que, muramos o no, siempre estamos avanzando y creciendo, incluso las veces que nos afanamos por enrocarnos en nosotros mismos.
La segunda ... ¿hay alguien que haga algo sin buscar un beneficio? Pensando "lo voy a hacer mal para joderme" (y que joderme no tenga sus beneficios)... Hay veces que simplemente hacemos las cosas solo pensando en nostros mismos y otra persona, la sociedad o lo que sea nos pone límites.
Gracias Tot por, como siempre, hacernos pensar
Gracias Shidermo... que razón tienes (como siempre, por otro lado...) me has hecho pensar, y es que si, muchas veces si esa "segunda oportunidad" no es como yo la quiero o yo la dibujé en mi cabeza, no solo no la acepto, es que ni siquiera la reconozco.
LAs segundas oportunidades se pueden manifestar de muy diversas formas... Abramos bien los ojos!
Un beso! (y hasta mañana!!)
Nuestro nivel de autoexigencia a veces es tan alto que nos complacemos más en la autocensura que en el aventurarnos en la acción de un nuevo intento. La impronta del fracaso se marca a fuego en la sociedad de hoy y hay que ser tn fuerte interiormente para renacer sin las cargas y las marcas que dejaron nuestros fallidos intentos... Pero cierto es que hay que intentarlo con cada amanecer, renovarse, frehacere de nuevo y mejor...
Besos
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