Sabéis por activa y por pasiva de mi afición a Murakami... un escritor que me fascina.
La literatura japonesa siempre merece mi atención, pero es que Murakami merece mi obsesión, se podría decir... de hecho, vehemente obsesión...
Una de las cosas por las que lo destacaría es por su capacidad para crear imágenes (cosa que si, que efectivamente todo escritor hace....) pero en este caso con una nitidez brutal... absoluta.... Tanto que aunque no hayas estado en Japón puedes sentirte entre los personajes, como un voyeur silencioso... y si has estado en ese país tan apasionante como un personaje más, si me apuras... ya que aunque se trate de un país tan diferente, tan culturalmente diferente, el mérito de Murakami está, en parte, en que es tan buen dibujante de la individualidad, de lo humano, demasiado humano... que precisamente por eso, por ser humano, indepedientemente de la nacionalidad... de la enculturización... te sientes tan cerca de los personajes...
Viene todo esto porque si sumamos mi afición por el cine asiático (con especial predilección por Kim Ki Duk...) siempre me había quedado con las ganas, en realidad curiosidad, ya que no pienso que Murakami lo necesite... de ver uno de sus relatos en película...
Y así, el otro día, buscando una película que poco tiene que ver con lo japonés (Into The Wild, de Sean Penn, aunque de ella hablamos otro día,...) encontré una japonesa basada en un relato de Murakami. ..
Hablo de Toni Takitani, uno de los veinticuatro relatos cortos que están en Sauce Ciego, Mujer Dormida, ( TusQuets Editores...) que si aún alguien no conoce a este fantástico escritor, podría elegir para "iniciarse"...
La verdad es que no es uno de los relatos que más me hubiera impactado... de hecho, ni siquiera lo recordaba... hasta que la película llevaba diez minutos, y enseguida se ha activado todo el relato en mi cabeza. Es lo que tiene una película tan literaria... tan pausada... en definitiva, tan, pero tan fiel al relato... De una fotografía preciosa, impecable.... casi tanto como la música... De hecho, es como si alguien leyera el libro en voz alta con una voz preciosa y acompañara la narración de fotografías e imágenes espectaculares... la mayoría cargadas de un simbolismo también espectacular... Claro que hay diálogos, momentos impecables... pero es que Murakami primero se lee... si se puede y alguien que te quiere y te lo lee se escucha... y solo por curiosidad, se ve...
Pero desde luego, en este caso se trata de una curiosidad reconfortante...
2 comentarios:
Estoy leyendo estos días a Murakami..y acabo de comprar After Dark...me gusta esa atmosfera donde adolescencia, música, contradicciones y el mundo orínico se mezclan de manera asombrosa...Kafka en la Orilla
Yo te tengo que agradecer siempre que me descubrieses a este escritor. Estoy empezando ahora Kafka en la orilla.
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