jueves, abril 05, 2007

LOS CAMINOS...





Venía en el tren de espaldas al camino. Regresaba de un lugar donde para decir todo, dicen Tot. Y eso me ha superado un poco...


Regresaba de espaldas... viendo no al paisaje llegar, si no marcharse...Y eso, que a veces ha sido tan incómodo para mi, hoy ha sido perfecto.

... Y no porque haya sentido que deshiciera nada...
... Y no porque me ha haya permitido vivir esa díficil sensación del dejarse llevar...

De hecho, había inquietud en mi respiración. Me costaba concentrarme leyendo (y eso que el libro merece toda mi atención...) Quería dormir y venían múltiples imagénes a la cabeza... en el sentir... Y me he acordado de este cuadro, ya que pensaba en los caminos.

En los caminos que a veces son difíciles, empinados, incluso peligrosos. Pensaba en las alturas, en el poder... En lo díficil que es subir, y lo fácil que es bajar. Y mas todavía, caerse...

Pero no quiero hablar de llegar a una cima, que creo que es un concepto demasiado relativo, ya que para algunos, siempre habrá cimas mas altas todavía con las que soñar.... Quiero hablar del camino que se abre hacía delante. Del Camino que se nos abre... De lo díficil que en ocasiones ha resultado el llegar, de lo que nos espera, lleno de sorpresas, pero de todo lo que nos queda por ahí.

Y es que así me sentía en ese tren. Ansiosa por llegar a puerto, en este caso a una estación, para continuar con lo que he empezado.

Para continuar aprendiendo... disfrutando, gozando y viviendo.

En definitiva... para continuar abriendo puertas...

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Es curioso lo de los caminos, entre los muchos que se abren ante nuestros pies parece que hay algunos que no elegimos, que nos eligen. Que no nos abren sus puertas sino que somos nosotros los que tenemos que abrirlas para poder recorrerlos.
Pero es que hay caminos que ni siquiera te preguntan, directamente te envuelven y tras solo unos pasos, a veces inocentes, te das cuenta de que ya no se puede volver atrás. No quieres volver atrás, solo dar un paso tras otro, a veces despacio, para sentirlos plenamente, a veces rápido porque anhelas lo que esta por llegar. No son como otros caminos que puedes tomar, salir y volver a retomar. Ese tipo de camino te mete en otra dimensión, no los puedes solo caminar porque hay tramos por los que solo se puede volar.
Y lo que menos importa es el destino donde te llevará, lo fácil o difícil que será, lo que se verá desde la cima o si nunca se llegará, porque algo dentro de ti te dice que, ahora, ese es tu camino.
Las palabras abren caminos, las sensaciones los hacen infinitos...

Tot dijo...

Uff, anónimo... que preciosidad has escrito...

Las palabras abren caminos... las sensaciones los hacen infinitos...

Gracias...