viernes, julio 24, 2009

PELICULA



Encontré esta película de casualidad ... asumiendo que las cosas importantes nunca se encuentran por casualidad... pero sigamos...

Por un cúmulo de circunstancias, digámoslo así.. un día me encontré, casualmente, a alguien por la calle a quien hacia mucho que no veía y con un gesto incrédulo me dijo.. "no lo puedo creer, ayer vi una película que quiero que veas y hoy te veo, esto tiene que significar algo, vamos que te la regalo... " y yo me dejé querer... fuimos a la fnac, compró la película y un par de libros que no recuerdo... fuimos a tomar un algo, y por la noche, ya en casa, me puse a verla.

No me disgustó, pero lo que mas me impresionó fue uno de los trailers que salían publicitados.
Entre ellos, una película con un nombre tan sugerente para mí "El perro mongol". (sugerente por lo de perro y por la referencia a ese país que tanto me fascina, Mongolia...)
Una fotografía impresionante y una frase... 
" Cuando veas quedarse un grano en la punta de la aguja me avisas: es así de difícil que un alma se encarne en un ser humano. Por eso, la vida de cada ser humano tiene un valor incalculable"

Me costó un poco conseguirla, pero lo hice... y la disfruté. Entre el reportaje y la ficción nos obliga a asumir que la realidad supera la ficción. Los actores son pastores nómadas... nunca antes habían actuado.. La directora, de origen Mongol, está afincada en Alemania, y es una estrella en su país gracias al éxito de su primera película: La Historia del Camello que Llora, nominada al Oscar en 2005 en categoría documental. Es pura y poética antropología. 

Hace ya un par de años de esto... pero hoy quiero compartirla para que os hagáis una idea del por qué de mi decisión.. de mi ilusión y de mis ganas... Se ven los gers (viviendas nómadas) , por dentro y por fuera; el paisaje, su gente... y sus mitos...

No es posible una "Mongolia en tres minutos", pero es suficiente para que me vayáis imaginando por ahí.. 

1 comentario:

Ingrid Dietrich dijo...

En este mundo de prisas y de paso nos falta mucho de esa Filosofía atemporal, es bonita esa teoría de la reencarnación y de volver a la tierra, del valor de la Vida y la importancia de las pequeñas cosas, se queda impresa la anécdota del arroz... Qué poquito queda!!! Mua