Aunque es miércoles continuo con la resaca del fin de semana... En realidad padezco la acepción número 4 de resaca... seáse... Efecto o serie de consecuencias que produce algún acontecimiento o situación.
Padezco resaca emocional, o afectiva, o como se llame... por arte y gracia de mis amigos...
Los últimos cuatro días han sido pura exaltación de la vida. Pura celebración... pero no, no hablo de una fiesta que ha durado cuatro días, si no de cuatro días llenos de encuentros, reuniones, celebrando más que nunca la vida, y cuando digo celebrando la vida digo también lidiando con la muerte... porque también hemos acompañado a un amigo que ha perdido a su madre...
"Unos llegan otros se van",me decía esta mañana... porque si el viernes su madre murió ayer nació Julia, la primera hija de otro de nuestros amigos...
Y entre medias, o entre tanto, mi genial amiga Silvia se presenta en casa con entradas para ir a ver a Madonna, en un concierto que nos resulta ajeno pero divertido.. porque esa artista no se ve, esa artista está para que se le baile... celebrando un cumpleaños... porque es curioso, pero entre que nacemos y morimos los mojones del camino los hacen los cumpleaños... Y el duelo de una ruptura que alivia... a él, a nuestro amigo, pero también a quienes le veíamos sufrir... Y la pequeña del grupo decide hacerse el tatuaje de su vida, ese que cambiará su piel, y en su piel cambiará su cuerpo... y allí están todos, acompañándola en ese rito de paso un poco desadaptado aquí pero tan central en otras latitudes.. y otros viajamos, y nos despedimos con la ventaja del que sabe que vuelve... y entre medias, o entre tantos, hasta se cuela alguien en mi vida que con su sonrisa despierta mi cuerpo y despertando mi cuerpo me despierta a mí...
Esa es la vida.
Esto es la vida...