lunes, marzo 02, 2009

PUNTOS... DE INFLEXIÓN Y REFLEXIVOS




A lo largo de nuestra vida nos detendremos varias veces.... Nos detendremos para revisar el equipaje existencial... para aligerar peso; para, con tristeza quizás, deshacernos de aquellas cosas que nos pesan y no nos aportan nada... y solo así, hacer sitio a los nuevos "souvenires" del transcurrir vital..
A lo largo de nuestra vida tendremos no muchos, pero si algunos, de estos puntos de inflexión... de esos rituales de paso en los que no seremos quienes fuimos pero tampoco quienes seremos... Algunos de estos momentos reflexivos, o puntos inflexivos, coincidirán con la muerte de un ser querido.. que como un tsunami emocional nos confrontarán con aquello que tan exageradamente negamos: nuestra propia vulnerabilidad.... Con una noticia que nos abofeteará el alma y nos dirá, así, sin tapujos... "eh, despierta... que tu también eres mortal..."
Otros de esos puntos vendrán de la mano de pequeñas crisis vitales, de pequeñas (o grandes) pérdidas... y sólo los más importantes nos vendrán de nosotros mismos... y de la expectativa de nuestra propia pérdida...
Quiero decir qué... que hay un espacio liminal (pongo el enlace en inglés porque desgraciadamente no hay traducción al español....) caracterizado por la ambigüedad, la apertura... un espacio donde todo (y nada) es posible... que termina construyéndose como un período de transición.. protagonizado por nuestro cuerpo y que nos coloca en el espejo a solas, desnudos, y con nuestros fantasmas.

Me refiero a ese tiempo que va entre las analíticas y las pruebas médicas... Al tiempo que transcurre entre ese mareo que tuviste que se complicó y que no era anemia, si no una hemorragia interna con mal pronóstico. A ese tiempo que va desde que un día, a lo tonto, te encontraste un bultito en el pecho al resultado de la prueba definitiva. O entre ese rutinario control médico con valores extremos.... que te lleva de peregrinaje por el sistema de salud.
Y aquí lo importante no es tanto el resultado final (que por supuesto lo será....) si no el tiempo de incertidumbre. Ese tiempo entre lo peor que podría ser y lo no bueno que es. Ese tiempo que se llena de las cosas que no deberías haber hecho y las que deberías haber hecho y no hiciste, por pereza. Por Rutina (existe la rutina en el hacer... y en el no hacer....). Por dejadez.

O porque simplemente, pensaste... las harías mañana.

Y mañana está muy lejos. No llegues tarde.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Me ha gustado mucho este post Tot, hace tiempo que trato de cumplir con la máxima "sentirse cómodo en la incomodidad" porque creo que estos momentos de inflexión de los que hablas son claves en nuestra evolución como personas. Si huímos del cambio nos estancamos y pasamos todo el día luchando contra la realidad. Hay momentos que hay que vivir en el filo de la navaja y, sin duda, son esos los que deciden la calidad de una vida.

Noelplebeyo dijo...

Tengo la sensación de haber comentado esto. Quizá lo reflexioné pero no hubo el momento de inflexión para realmente hacerlo, y pensé...lo haré mañana con más calma, con más tiempo.

De pequeñas crisis surge la identidad de uno, sin duda.

Besos

Noelplebeyo dijo...

Por cierto, creo que ganaste un concurso...

Felicidades