Un alumno de artes marciales resultaba derrotado constantemente durante las prácticas por un contrincante más capaz. Había usado todo el repertorio de movimientos estratégicos y cada uno había sido contrarrestado enseguida. Al fin de la contienda, sintiéndose derrotado, fue a ver al maestro para que le aconsejara. El maestro, al verlo disgustado, dibujo en el suelo una línea de unos dos metros.
- ¿Cómo puedes acortar esta línea? - le preguntó
El estudiante observó la línea y dio varias sugerencias, incluyendo cortar la línea en varias partes. El maestro sacudió la cabeza y dibujo una segunda línea, más larga que la primera.
- ¿Cómo la ves ahora?
- Mas corta - dijo el alumno
El maestro asintió:
- Es siempre más adecuado mejorar tu propia línea o conocimientos que tratar de cortar la línea de tu contrincante.
(Cuento Zen)
3 comentarios:
Cierto.
No hay que estar pendiente de lo que hacen los demás, sino de intentar hacer lo que tú haces lo mejor posible
Cada día me encanta más el zen y desde luego esa idea de mejorar tú en vez de rebajar al otro me parece algo que deberíamos aprender en nuestra sociedad. Seguro que nos iria mucho mejor.
¡Gracias por el impulso que siempre nos ofreces para crecer!
Buenísima la Historia, cómo lo simple siempre es más efectivo que todos los recovecos y comederos de cabeza... La solución está siempre en nosotros mismos. Me parece una historia muy práctica. Y a mí, hoy, persaonalemnte me ha venido de perlas. Gracias Mil.
Publicar un comentario