Después de una semana atroz fuera de casa... descubriendo mi nuevo Madrid, redescubriendo los demonios de mis "viejos" compañeros de trabajo, de un viaje a San Sebastian con records, caídas, roturas y exquisitos pintxos donostiarras... herpes facial incluido, y desánimo añadido... vuelta a casa, al hogar de uno.
Al refugio.
Al templo.
No sin antes haber hecho todo lo posible por firmar una tregua que no sabemos dónde nos llevará, por que eso sí, os aviso que la hipocresía de algunos no termina aquí...
Pero bueno, esperemos a ver...
Tregua.
pd. Gracias a algunas por los mails/mensajes de ánimo el domingo por la noche... Eso es empatía!
2 comentarios:
y donde se descansa mejor que en casa? yo quiero vacaciones para estar en casa lleno de ociosidad para que cuando haya terminado de no hacer nada me diga: y ahora sigo sin hacer nada, sin que tenga el ronroneo de la preoucpacion de la obligación.
Tienes toda la razón... Como en casa, en ningún sitio... Y aunque en estos momentos no pueda abandonarme al mimo de la ociosidad hasta abril o mayo, me encuentro muchísimo mejor... La verdad que si.
Un abrazo.
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