Estoy de estreno... y sigo de cambios, todo en uno, o quizás es que sea lo mismo, y que por eso me gustan tanto los cambios, que son comienzos, que son estrenos, que son cuadernos vírgenes, amaneceres, equipotencialidades, inicios... y de algún modo, todo lo anterior implica tener ilusiones...
Después de la subida de ego de ayer, después de que un incipiente herpes (mira, de nuevo, otro comienzo que trato, solamente este, abortar a toda costa....) me aterriza, hoy estoy de estreno...
Estreno barrio en Madrid. Estreno habitación. Eso implica que estreno piso. Estreno cama. Estreno línea de metro en la que apearme para llegar a casa. Estreno vecindario. Estreno ciclo. Estreno compañero de piso. Estreno trayecto. Estreno paisaje. Estreno lámpara. Y estreno secretos.
Lo que no estreno son las ganas de seguir peleando con los molinos (aunque ya me agotan un poquico, lo reconozco...) ni las ganas de luchar por los objetivos que parecen sueños.
Mientras sea improbable, está a mi alcance...
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