miércoles, mayo 31, 2006

HAROLD & MAUDE



Es esta una de esas películas difíciles de encontrar... 1971, actores desconocidos... Quizás la manera más sencilla de ubicarla sea por medio de Cat Stevens, el encargado de la genial bso de esta no menos genial película.

A mí me llegó por medio de Carlos, el inmensurable....Tan tranquilo como siempre, una tarde de esas escasas pero inolvidables me preguntó, "¿Y tú no conoces Harold & Maude?...." Cómo si conocerles fuera lo más natural del mundo... y bueno, no estaba equivocado, ya que una vez les conoces, no puedes olvidarles... y menos todavía a Maude, a la cual es imposible no recordar... Tanto, que incluso se creó un movimiento pseudofilosófico llamado Maudismo, basado en sus planteamientos de vida. Movimiento Made in USA, of course...

Harold ama la muerte tanto como Maude la vida... aunque, entre nosotros... quizás sea al contrario... Lo que sin duda es cierto es que Harold ama a Maude como Maude ama a Harold, en un amor - amor de esos que estremecen el alma... Teniendo en cuenta que Harold tiene , ¿cuántos...? ¿19, 22? y Maude 80, el sentimiento está asegurado...

Maude quiere reencarnarse en un Girasol, porque son altos y elegantes. Harold, en cambio, quiere ser una margarita...

"¿Y a tí, Harold, que flor te gustaría ser? - No sé, una de esas... ¿Por qué lo dices, Harold? -No sé... porque son todas iguales... - Ah! no! no! No son iguales!! Mira, unas son pequeñas, otras grandes... unas crecen hacía la derecha, otras hacia la izquierda... Unas han perdido pétalos, otras no... Hay toda clase de diferencias.... Mira Harold, yo creo, que muchas de las cosas que pasan en la vida es porque gentes que son como flores permiten que los traten como si fuesen lodo...."

... Sin Comentarios...


RECONCILIACIONES


Dice Nemo, certeramente, que las personas que se van nos hacen un último regalo: una bofetada en el alma, la consciencia de un recuerdo, la evidencia convertida en un ejemplo de ida, que no de ida y vuelta.

Esto me hace pensar en las reconciliaciones... En la fabulosa Mi Vida Sin Mí Ann tiene la posibilidad de realizar una Lista de las Cosas que hacer antes de morir . Pueden ser cosas por hacer, o cosas por decir... unas más sencillas, y otras, sin duda, mucho más difíciles.

Para mi, una de las cosas más díficiles serían las Reconciliaciones. En una época en la que lo que "parece" que vende es el orgullo, y hasta la venganza, el rencor y los reproches, a todos nos cuesta mucho hacer algo así como dar la mano (que no es lo mismo que poner la otra mejilla...), lo que es sin duda algo tan díficil como necesario.

Yo de vez en cuando tengo ramalazos. Unos de despedidas y otros de reconciliaciones.
Si me quiero despedir (simbólicamente hablando...) escribo cartas. Cartas que por supuesto no envío.
Si me quiero reconciliar, (realmente hablando...) hago una llamada. No lo pienso demasiado, y al cabo del tiempo, a veces incluso de años, llamo. No puedo estar como si nada, evidentemente, así que empiezo diciendo... "¿No crees que ha pasado mucho tiempo?.....". Con el tiempo he aprendido que si la persona que está al otro lado del teléfono se sorprende y alegra, la reconciliación está resuelta. En cambio, si te trata con rencor, con furia... no hay nada que hacer. Una vez, hace muy poco, alguien me trató tan mal, que aun me duele. Fue una llamada muy dura. Dolorosa. No sé donde está el error... aunque lo sospecho. A lo mejor alguien sabía todo esto y creyó que llamaba para reconociliarme... cuando en realidad llamaba para felicitarle.
Dicen que el pasado es un país donde las cosas se hacen de manera diferente , y como el ser humano es un animal de rutinas, pasa lo que pasa... A lo mejor a partir de ahora utilizo las cartas para reconciliarme, y las llamadas para despedirme, y así me ahorro el mal trago de que las personas importantes te rechacen... ¿o no?

No obstante, si nunca hemos tenido una llamada de estas, si nunca has recibido una carta con un lacre de color violeta, dejemos las cosas como están. Porque tu a mí me haces mucha falta, muchísima. Más de la que crees.

Quédate, entonces.. por aquí.

martes, mayo 30, 2006

LOS PADRES DE MIS AMIGOS


De pronto he sido consciente de una cruel certeza: No me sé los nombres de los padres de mis amigos. Me he dado cuenta que el nombre de los padres de mis amigos responden a nombres del tipo el padre de Fer ... el padre de Rafa... el padre de Marta.... el padre de Mire... la madre de Carla.. la madre de Guillermo...

Fer vive a unos pocos kilómetros de Zgz. Nos hemos despedido a eso de las diez de la noche en un abrazo infinito. Venía en el coche, pensando en él, en todo lo que se le viene encima...cuando me he dado cuenta de que si mañana quiero saber a que hora es el sepelio de su padre, no voy a saber su nombre... No creo que en la prensa pongan El Padre de Fer..., y los pensamientos se han atropellado, he tratado de buscar desesperadamente nombres...algún nombre...alguna pequeña excepción que destrozara mi fatal descubrimiento.... y no he encontrado ninguna... Hoy era su primer día de vacaciones. Estaba contento, y ha bajado a la ciudad a comprar bebidas para estos días, porque aquí hace calor... muchísimo calor. Hacía meses que había dejado de fumar. Iba todos los días al gimnasio. Pero no ha vuelto de la compra. Estamos en Mayo de 2006. Fer no conoce a Rafa, y los dos, que hasta hoy tenían poco en común (ni siquiera a mí, ambos me tienen de maneras diferente...) están unidos, inevitablemente. Rafa vive entre Zgz y Vigo, aunque es de Ibiza. Es del mar, y se tuvo que ir al mar, porque en Zgz le faltaba aire. Yo le conozco bien, y es de esas personas que siempre parecen estar buscando algo. Ahora lo ha encontrado, y es que sólo buscaba agua, aunque pensaba que lo que faltaba era el aire. Es lo que tienen los elementos, que a veces se confunden... Hace dos semanas su padre se levantó, allá en Ibiza, como siempre, tranquilo, y se puso a hacer crucigramas. No sabemos si Sudoku, sopas de letras o autodefinidos. Miró el papel, se concentró. Y ya nunca dejó de mirarlo. Era Mayo de 2006. Dos semanas. Dos Amigos. Dos padres de mis amigos. Más de dos certezas. Mil pensamientos. Millones de Preguntas.... La primera es: ¿Cómo se llaman tus padres, amigo mío?

LA HORA VIOLETA


Arranca en este reloj atemporal un espacio sin grandes pretensiones... tan solo la de unir a aquellas personas que, aunque sólo durante un pequeño instante en el día, pasan por el mismo sitio. Una hora y un espacio... de color violeta. El color que está más allá del rojo, y del azul. De la vida, y de la no vida. Construyamos todos una recuerdoteca , un almacén de pequeños o grandes instántes.... pero nuestros al fin y al cabo.
Bienvenidos, los amigos y los no conocidos (al menos todavía...). Al fín y al cabo, todos estamos hechos de lo mismo... o no?

Un beso...