
domingo, noviembre 23, 2008
sábado, noviembre 15, 2008
ZEN

Un alumno de artes marciales resultaba derrotado constantemente durante las prácticas por un contrincante más capaz. Había usado todo el repertorio de movimientos estratégicos y cada uno había sido contrarrestado enseguida. Al fin de la contienda, sintiéndose derrotado, fue a ver al maestro para que le aconsejara. El maestro, al verlo disgustado, dibujo en el suelo una línea de unos dos metros.
- ¿Cómo puedes acortar esta línea? - le preguntó
El estudiante observó la línea y dio varias sugerencias, incluyendo cortar la línea en varias partes. El maestro sacudió la cabeza y dibujo una segunda línea, más larga que la primera.
- ¿Cómo la ves ahora?
- Mas corta - dijo el alumno
El maestro asintió:
- Es siempre más adecuado mejorar tu propia línea o conocimientos que tratar de cortar la línea de tu contrincante.
(Cuento Zen)
martes, noviembre 11, 2008
SUSTO

A veces temo resultar pesada con el tema de las casualidades...a pesar de no escribir aquí ni una mínima parte de lo que me pasa casi cada día, pero es que es algo que en ocasiones me supera. Lo hablaba esta noche con una amiga, que me decía que escribiera un libro, que contara todo esto.. pero es que, creo que ni sabría hacerlo, ni sabría por donde empezar..
¿ Os acordáis de M. Mae, el tatuador? ¿El que esa misma amiga con la que hablaba esta noche por teléfono conoció seis días después de áquel fantástico y triste viaje en avión, de pura casualidad, al ir (sin saber que era él) a verlo de propio a bailar... a Viña del Mar? (ahora que lo escribo ni siquiera recuerdo si lo conté... que conste que mi amiga es española, no chilena, y fue de visita dos semanas a un país tan grande como Chile... se ve que es el tiempo justo para que las casualidades o sincronicidades espacio-temporales hagan de las suyas....) Pero hablábamos de M. Mae... el mismo que otro lector de este blog, Guillermo, conoció también de casualidad... Si, pues ese...
Yo esta mañana me he levantado tranquilamente en mi hotelico del Centro de Madrid. Ayer fue un lunes normal, de esos eternos en Madrid, aunque culminó con un encuentro de esos que te permiten sacar espinicas del alma... He desayunado en una cafetería en la Gran Vía mientras leía un periódico, y he cogido el 46 y he entrado a trabajar. A las 9 estaba allí. No he dormido bien, pero me he levantado con la expectativa de saber que hoy dormiría en casa.... El día, en realidad, era de lo más normal.
Esta tarde, a la reunión de los martes a las 4, ha venido A. recién llegada de su viaje de novios por Tahití... pura Polinesia...Digo Tahiti, no Rapa Nui (están a más de cuatro mil kilómetros...) .... Nada más verme A, emocionada, me grita "He conocido a M. Mae...estaba en una isla tahitiana en una feria de tatuajes... He estado hablando con él, le he hablado de ti, y me ha contado todo, también lo del avión, se acuerda mucho, como si fuera ayer.... Dice que vuelvas, que quiere viajar contigo...y terminar aquel dibujo que empezó en tu brazo..."
Y yo, ante cosas así... no sé qué hacer, ni qué decir... Me callo, sonrío tímida... y trato de continuar mi vida con la máxima normalidad posible a pesar de todas estas cosas que me pasan... Miro mi brazo, sin dibujo... y pienso qué, no sé, que a lo mejor aquello que creí haber soñado no fue un sueño...
Pero sí, lo reconozco... Tengo susto, un poco de susto...
¿ Os acordáis de M. Mae, el tatuador? ¿El que esa misma amiga con la que hablaba esta noche por teléfono conoció seis días después de áquel fantástico y triste viaje en avión, de pura casualidad, al ir (sin saber que era él) a verlo de propio a bailar... a Viña del Mar? (ahora que lo escribo ni siquiera recuerdo si lo conté... que conste que mi amiga es española, no chilena, y fue de visita dos semanas a un país tan grande como Chile... se ve que es el tiempo justo para que las casualidades o sincronicidades espacio-temporales hagan de las suyas....) Pero hablábamos de M. Mae... el mismo que otro lector de este blog, Guillermo, conoció también de casualidad... Si, pues ese...
Yo esta mañana me he levantado tranquilamente en mi hotelico del Centro de Madrid. Ayer fue un lunes normal, de esos eternos en Madrid, aunque culminó con un encuentro de esos que te permiten sacar espinicas del alma... He desayunado en una cafetería en la Gran Vía mientras leía un periódico, y he cogido el 46 y he entrado a trabajar. A las 9 estaba allí. No he dormido bien, pero me he levantado con la expectativa de saber que hoy dormiría en casa.... El día, en realidad, era de lo más normal.
Esta tarde, a la reunión de los martes a las 4, ha venido A. recién llegada de su viaje de novios por Tahití... pura Polinesia...Digo Tahiti, no Rapa Nui (están a más de cuatro mil kilómetros...) .... Nada más verme A, emocionada, me grita "He conocido a M. Mae...estaba en una isla tahitiana en una feria de tatuajes... He estado hablando con él, le he hablado de ti, y me ha contado todo, también lo del avión, se acuerda mucho, como si fuera ayer.... Dice que vuelvas, que quiere viajar contigo...y terminar aquel dibujo que empezó en tu brazo..."
Y yo, ante cosas así... no sé qué hacer, ni qué decir... Me callo, sonrío tímida... y trato de continuar mi vida con la máxima normalidad posible a pesar de todas estas cosas que me pasan... Miro mi brazo, sin dibujo... y pienso qué, no sé, que a lo mejor aquello que creí haber soñado no fue un sueño...
Pero sí, lo reconozco... Tengo susto, un poco de susto...
domingo, noviembre 09, 2008
PREGUNTA...
martes, noviembre 04, 2008
DIÁLOGO

- ¿Qué día es hoy?
- Martes...
- No, de número
- 4... 4 de noviembre...
- 4 del 11. Me gusta....
- ¿Por? ¿ Es el cumple de alguien especial?
- Seguro que es el cumple de alguien especial, aunque no conozco a nadie... pero no es por eso.. Hoy es un gran día.
- ¿Y eso?
- Porque puede que hoy no pase extraordinario... Porque esta noche dormiré sola en un hotel, Porque he aprendido a no esperar de él lo que es incapaz de darme, o de darse... Porque he descubierto que ante las decisiones importantes estamos solos, Porque somos lo mejor que tenemos... Porque hoy no solo he tomado una decisión crucial e importante para mi, si no que la he hecho pública, Porque hacemos nuestro camino a cada paso... Porque me enamoré de un espejismo y he descubierto que aquello que me enamoró, está en mí, no en él... Porque las horas pasan al mismo ritmo de siempre, aunque en otro tiempo dentro del tiempo... Porque de casualidad recuperé la capacidad de ilusionarme... Porque me he quitado una mochila que pesaba mas que yo y me estaba destrozando... Porque aunque me asome al abismo, siento que las cosas no pueden ser mucho peor, y porque al otro lado está el futuro que hoy, 4 de noviembre, he empezado a escribir...
- Martes...
- No, de número
- 4... 4 de noviembre...
- 4 del 11. Me gusta....
- ¿Por? ¿ Es el cumple de alguien especial?
- Seguro que es el cumple de alguien especial, aunque no conozco a nadie... pero no es por eso.. Hoy es un gran día.
- ¿Y eso?
- Porque puede que hoy no pase extraordinario... Porque esta noche dormiré sola en un hotel, Porque he aprendido a no esperar de él lo que es incapaz de darme, o de darse... Porque he descubierto que ante las decisiones importantes estamos solos, Porque somos lo mejor que tenemos... Porque hoy no solo he tomado una decisión crucial e importante para mi, si no que la he hecho pública, Porque hacemos nuestro camino a cada paso... Porque me enamoré de un espejismo y he descubierto que aquello que me enamoró, está en mí, no en él... Porque las horas pasan al mismo ritmo de siempre, aunque en otro tiempo dentro del tiempo... Porque de casualidad recuperé la capacidad de ilusionarme... Porque me he quitado una mochila que pesaba mas que yo y me estaba destrozando... Porque aunque me asome al abismo, siento que las cosas no pueden ser mucho peor, y porque al otro lado está el futuro que hoy, 4 de noviembre, he empezado a escribir...
domingo, noviembre 02, 2008
DE LOS SUEÑOS...

Una de la cosas que mas me fascinaba durante mi estancia en Bolivia, en Cochabamba concretamente, era el ir paseando por la calle y encontrarme cosas como esta escritas en las paredes de cualquier calle o callejón... Allí eso de "encontrar cualquier sorpresa a la vuelta de la esquina" era algo literal... y literario...
Los sueños se cumplen... claro que sí... porque a pesar de que la realidad nos muestre lo contrario imaginar, soñar, creer que los sueños se cumplen es como una estufita encendida en el invierno del corazón...
Y el otro día hablamos de los corazones cálidos. Los reivindico, y como dice un amigo "arriba los corazones"...
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